Estos animales pasaron auténticos momentos de estrés como consecuencia de la acción humana.
La presencia del dron que grababa la escena en la que un pequeño osezno intentaba reunirse con su madre hizo que ambas criaturas se estresaran y quisieran huir del aparato que no sabían qué era y que les podía causar daño. Asustados, los osos empezaron a subir por esta montaña empinada con nieve que dificultaba aún más subir por ella. Una ruta que seguro no habrían seguido de no haberse sentido intimidados.
Una imagen cruel y preocupante que sin embargo ha servido para remover conciencias.