
Blanca Marsillach posa con su perro.
La hija del conocido Adolfo Marsillach quiere devolver la ayuda que tuvo durante la adolescencia y, por eso, dedica su afición por la interpretación creando teatro social. Y lo hace con la ayuda de empresas como la Fundación Repsol, la Fundación La Caixa o Iberdrola. Está muy concienciada con problemas sociales como el «bulling».
«Las estadísticas son terribles en cuanto a suicidios de chicos y chicas que, ante esta situación, sufren», dice Blanca, por ello, según afirma, «debemos hacerles ver que hay una salida a una situación de acoso y que puede haber una reacción». Esto y mucho más, en la revista Pronto de esta semana.