Mary Donaldson: lo que tuvo que hacer para convertirse en reina de Dinamarca
El príncipe hizo las paces con su esposa coincidiendo con la abdicación de la reina Margarita
Los Reyes de Dinamarca el día de su proclamación.
En Dinamarca el 2023 acabó con el anuncio del final del reinado de Margarita. ¿Tardó mucho la soberana en deshojar la flor que representa su nombre para decidirse? No lo sabemos, pero, aunque ella insiste en que deja el trono porque "el tiempo desgasta" y por culpa de la delicada operación de espalda a la que se sometió el año pasado, da la impresión de que el escándalo madrileño de su hijo Federico con Genoveva Casanova el pasado noviembre ha sido el verdadero detonante de esta repentina abdicación.
No olvidemos que Margarita de Dinamarca siempre había dicho que abdicar no entraba en sus planes, porque ser reina era un deber de por vida y que lo sería hasta que los daneses oyeran "¡La reina ha muerto! ¡Viva el rey!".
Hubo un tiempo en que Federico no quiso ser rey
Margarita de Dinamarca, el día de su abdicación.
Muchos opinan que esta jubilación a los 83 años, tras 52 de reinado, se ha producido, precisamente, para zanjar y dejar definitivamente atrás este último escándalo de Federico, que ha puesto a la monarquía danesa en la picota y ha dejado durante unos días en la cuerda floja el matrimonio del heredero y Mary Donaldson.
En lo que puede considerarse una operación para salvar la Corona, todos están cumpliendo con su papel y, si Margarita ha decidido abdicar, Mary ha dado un paso adelante y ha perdonado a su marido, que parece haber hecho los deberes para con ella.
Así lo pudimos comprobar en la cena de Año Nuevo que se celebró en el Palacio de Amalienborg y en la que los príncipes estuvieron sonrientes, relajados y como si nada hubiera pasado entre ellos. Claro que también hay quien especula con que Mary Donaldson podría haber puesto un ultimátum a su suegra y a su esposo exigiendo el trono sin más demora. Sea como sea, la reina abdicó el 14 de enero, una fecha simbólica y muy especial, ya que ella sucedió a su querido padre, Federico IX, tras su muerte el 14 de enero de 1972.
Genoveva Casanova ha provocado un adelanto de la abdicación de Margarita.
Transcurridos 52 años, Federico ha asumido el trono, a pesar de que es bien sabido que hubo un tiempo en que no quería reinar. Hace cinco años, con motivo de su 50º cumpleaños, declaró que, cuando era joven, quiso desaparecer al darse cuenta de que algún día sería rey. "Vi mi vida apagarse y comprendí que, de pronto, tendría que comportarme como un adulto", confesó.
Y añadió que esa desazón se convirtió en miedo a los 18 años, cuando sus obligaciones como príncipe aumentaron. Su reacción ante su destino real fue rebelarse y decidió vivir tan deprisa como pudo, y no sólo por su afición a las motos, los coches y la velocidad, sino también a las mujeres. Desde ese momento, entre la reina Margarita y su hijo hubo una guerra por la intransigencia en materia amorosa de la soberana.
Federico y Margarita, una tensa relación
Un joven Federico con la modelo Malou Aamund.
Aparte de sus primeros amores, hay varias relaciones que marcaron a Federico y también la tensa relación con su madre. A principios de los 90, salió con la modelo Malou Aamund, casada aunque en trámites de divorcio, y la Nochevieja de 1992, la pareja fue detenida. Los dos salían de una fiesta e iban en un coche, conducido por ella en estado de embriaguez y con exceso de velocidad. Federico ocupó todas las portadas y el escándalo llegó al Parlamento.
Después, el primogénito de la reina tuvo una relación con Katja Storkholm, modelo de ropa íntima. Como Eva Sannum. Margarita se opuso a esta relación porque consideraba que no era la mujer adecuada para ocupar, en su día, el trono y exigió a su hijo la ruptura. Éste, como respuesta, declaró al diario ‘Berlingske Tidende’ que "el corazón y no la tradición es lo que decide". Eso creía él. Porque, al final, la joven facilitó las cosas y emitió un comunicado en el que anunciaba el fin de su relación con el príncipe, lo que le produjo a éste una depresión.
La reina también se mostró inflexible con Mary
Federico y la cantante Maria Montell.
Luego vendría Bettina Odum, otra modelo y también diseñadora, y la cantante de pop danesa Maria Montell, de quien Federico se enamoró locamente. Fue de tal intensidad este último amor que, incluso, se la presentó al rey Juan Carlos durante un encuentro en Palma de Mallorca en la Semana Santa de 1998.
Pero poco después, Montell apareció en "topless" junto a Federico en la cubierta de un yate. "La publicación de tales fotografías ha sido lamentable y perjudicial para mí", reconoció la joven que llegó a convivir con Federico en el apartamento privado del príncipe en el Palacio Real de Copenhague.
El príncipe y Katja Storkholm, modelo de ropa interior.
El comportamiento inflexible de la reina se mantuvo con Mary Donaldson, a la que la soberana no veía con buenos ojos por ser plebeya. Margarita mantuvo su oposición aun después de haber autorizado el matrimonio de su hijo con la australiana, una joven a la que no se le habían hallado secretos inconfesables en su pasado, lo que dejó a la soberana sin excusas suficientes para negarse a esa unión.
La postura de Margarita fue tan inflexible que Mary pasó sola el primer día del 2004 –cinco meses antes de su boda– ante la negativa de la reina de que participara en la tradicional cena oficial en el palacio para celebrar el Año Nuevo.
¿Será capaz de llevar el peso de la corona?
Federico y Mary, exultantes, durante su coronación.
De lo que no existe la menor duda es que el matrimonio de Federico con Mary fue por amor. No sólo por las lágrimas de emoción del príncipe y las palabras que pronunció en la boda –"Tú me das seguridad, alegría y felicidad. Yo te amo Mary"–, sino también por el festival de besos en el mismísimo altar de la catedral y en la balconada del Palacio.
Sin embargo, ahora que el destino le ha puesto ante el reto para el que ha estado preparándose toda su vida, Federico llega al trono en el momento más bajo de su popularidad y con un matrimonio desgastado. Veremos si es capaz de sobrellevar, como ha hecho su madre, el peso de la corona.
Las malas lenguas aseguran que él sigue enamorado de Genoveva, que, tras todo el escándalo con el ahora Rey, está pasando de nuevo por problemas de salud.