Irene de Grecia y su vida amorosa: las confesiones más profundas de la hermana de la reina Sofía
La princesa Irene, hermana de la reina Sofía, rompe su silencio con una sincera declaración sobre su vida sentimental
La reina Sofía con su hermana Irene de Grecia.
A los 83 años, Irene de Grecia sigue siendo una figura querida dentro de la Casa Real española. Hermana menor de la reina Sofía, ha vivido una existencia marcada por la discreción, la generosidad y el servicio a los demás. Aunque su vida pública ha estado siempre ligada a su hermana y a los compromisos oficiales, su esfera íntima ha permanecido en las sombras… hasta ahora.
Irene de Grecia y la reina Sofía llevan toda la vida siendo uña y carne.
Irene de Grecia: una vida marcada por la discreción
Desde hace años, Irene de Grecia reside en el Palacio de la Zarzuela, donde se ha convertido en un apoyo fundamental para la reina emérita Sofía. Su delicado estado de salud la mantiene alejada de los focos, pero no del cariño de su familia. Sus sobrinos y sus sobrinos-nietos, los hijos y los nietos de la reina, no dudan en pasar tiempo con ella siempre que visitan la Zarzuela.
Irene de Grecia con su sobrina, la infanta Cristina.
Esa misma discreción que la caracteriza en el ámbito familiar ha sido también una constante en su vida privada, especialmente en lo referente al amor. “He estado enamorada, naturalmente, pero no quiero contar ninguna historia de amor que he vivido por discreción”, confesó la propia princesa Irene a la escritora Eva Celada, quien escribió el libro 'La princesa rebelde'.
Sus amores ocultos y romances imposibles
A lo largo de los años, han sido muchos los rumores que han rodeado a Irene de Grecia y sus presuntos romances. Aunque nunca llegó a casarse ni a tener hijos —algo que, según declaró con humor, le hubiera gustado—, sí mantuvo relaciones que no se hicieron públicas oficialmente.
Entre sus supuestas conquistas aparecen nombres de la alta nobleza europea como el príncipe Mauricio de Hesse y Michel de Orleáns, conde de Évreux. No obstante, su madre, la reina Federica, no aprobaba estas relaciones, especialmente tras el “buen partido” que había conseguido Sofía al casarse con Juan Carlos, entonces futuro rey de España.
También se la relacionó sentimentalmente con Gonzalo de Borbón y Jesús Aguirre —posteriormente marido de la Duquesa de Alba— durante los años ochenta. Pero una de sus relaciones más comentadas fue con Guido Brunner, embajador de Alemania en Madrid entre 1987 y 1992. Compartían intereses, largas conversaciones y una estrecha amistad, aunque su romance no contaba con el visto bueno del entonces rey Juan Carlos I.
Doña Sofía con su hermana Irene, sus hijas, y sus nietos, Irene y Miguel en la preboda de Teodora de Grecia.
Un legado de generosidad y compromiso
Más allá del amor, Irene de Grecia ha volcado su vida en causas solidarias y culturales. Desde muy joven, ha participado activamente en distintas fundaciones y proyectos humanitarios, ganándose el respeto y el cariño tanto dentro como fuera de la realeza.
Los reyes Felipe y Letizia, la princesa Leonor, la infanta Sofía, la reina Sofía y su hermana, Irene de Grecia, a su salida de una cena celebrada este viernes en Palma de Mallorca.
A pesar de no haber formado una familia propia, ha encontrado en su hermana Sofía y en sus sobrinos una familia extensa y leal. Es habitual verlas juntas en numerosos actos, y este verano no será la excepción: ambas están previstas en Mallorca, como cada año, para disfrutar de unos días en el Palacio de Marivent.