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Jaime Peñafiel: Un «Fortuna» muy desafortunado

El «Fortuna», atracado a la espera de que sus nuevos dueños decidan qué hacer con él.

El «Fortuna», atracado a la espera de que sus nuevos dueños decidan qué hacer con él.

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Esta semana, y tras la reciente subasta del Riva Tritone de los príncipes Rainiero y Grace de Mónaco, Jaime Peñafiel recuerda las aventuras y desventuras del «Fortuna», el yate preferido del rey emérito y que ahora nadie quiere.

 

Tal y como indica nuestro colaborador, «el Rey emérito Juan Carlos y el príncipe Rainiero tienen algo en común: su pasión por el mar». El caso es que Sotheby’s acaba de subastar en el lago de Como, en Italia, un yate llamado «Via», que representaba, a pesar de los años transcurridos, «un símbolo de glamour encarnado en el espíritu de la princesa Grace», explica Peñafiel.

 

En el caso del Rey emérito, él siempre quiso tener un yate, como su padre, pero, tal y como explica el colaborador, «no tuvo dinero para comprárselo, ni amigos que se lo costeasen o cediesen».

 

Por eso, no fue hasta la muerte de Franco, cuando se convirtió en Rey, que estrenó el primer «Fortuna», de una serie de tres, en 1976. Años más tarde, «Don Juan Carlos, que ha sido siempre un hombre caprichoso, se enamoró del lujosísimo yate del rey Fahd de Arabia Saudí» y éste se lo regaló, convirtiéndose en el segundo «Fortuna», en 1979.

 

El tercer yate llegó de la mano de un grupo de empresarios mallorquines en 2000, pero, tras el accidente de Botsuana, «el rey don Juan Carlos decidió dejar de utilizarlo». En 2014, «la Fundación Turística Cultural de las Islas Baleares pidió a Patrimonio Nacional la devolución del yate para venderlo», indica Peñafiel.

 

Lo compró Balearia por 2,2 milones de los 10 que pedían en un principio. Al parecer, «a Balearia solo le interesaban las turbinas».  Y, lo que queda del tercer «Fortuna», «puede que se venda en piezas. Por un lado motores, por otro el resto. ¡Triste y desafortunada fortuna para un yate real!», concluye el colaborador.

 

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