A pesar de la intensa agenda de eventos que están teniendo en su viaje y de su embarazo, la duquesa de Sussex está espléndida.
Los duques de Sussex han enamorado durante su tour de 16 días por Australia, Fiji, Tonga y Nueva Zelanda donde la reina Isabel los envió tras nombrar al príncipe embajador de la juventud ante la Commonwealth. Meghan Markle ha lucido la mejor de sus sonrisas y ha presumido de su incipiente barriguita de embarazada. Eso sí, el viaje ha dejado también anécdotas divertidas y curiosas como la de la etiqueta... Y es que Meghan olvidó sacar la etiqueta a uno de los preciosos vestidos que lució. Las imágenes de la exactriz con la etiqueta colgando ya han dado la vuelta al mundo convirtiéndose en virales.
Dejando esta curiosidad aparte, en las antípodas, Harry y Meghan han sido recibidos como auténticas estrellas, con un fervor que ellos han correspondido derrochando su habitual simpatía y sencillez con todos los que se acercaban a saludarles, a pesar de que, en ocasiones, la afluencia de público ha sido tal, que han tenido que marcharse pies para qué os quiero (sin perder jamás la sonrisa). Tanto en los eventos más solemnes como en los de carácter lúdico, folclórico y social, Harry está continuamente pendiente de su esposa a quien le está sentando de maravilla el embarazo, pues aunque pueda dar mínimas muestras de cansancio, está guapísima.
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