La pareja real visitó una residencia de chicas estudiantes.
Siempre comprometidos con la infancia y con los proyectos sociales, los duques de Sussex han viajado a Marruecos, en el que debería ser el último viaje de Meghan Markle antes de ser madre en marzo o abril, para conocer diferentes iniciativas que trabajan por la educación de las niñas, para capacitar a los jóvenes y apoyar a los menores desfavorecidos.
El 23 de febrero, la pareja real aterrizó en el aeropuerto de Casablanca en vez de en el de la capital, Rabat, y hasta allí fueron a esperarles miembros del Gobierno marroquí. Luego se trasladaron hasta la residencia real, en Rabat, donde fueron recibidos por el heredero al trono, Mulay Hassan, de 15 años, un recibimiento que puede chocar con el que les fue brindado aâFelipe y Letizia días antes, cuando el rey Mohamed VI en persona los esperó a pie de la escalerilla del avión. Pero es que Harry es sólo el sexto en la sucesión al trono británico y el protocolo es estricto con los rangos.
En sus tres días en Marruecos, Harry volvió a enamorar con su carisma y simpatía y Meghan con su naturalidad y sus impecables estilismos, uno de ellos firmado por Carolina Herrera, quien actualmente ocupa un destacado lugar en el armario de la reina Letizia quien, por cierto, también se ha lucido esta semana con sus estilismos.