El príncipe Andrés y Sarah Ferguson aceptan dejar Royal Lodge… con una sorprendente condición
La expareja está dispuesta a abandonar su mansión en Windsor si el rey Carlos III les ofrece dos casas dentro del mismo recinto
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La mudanza más comentada en la Casa Real británica tiene letra pequeña. Tras meses de conversaciones internas y presiones discretas desde el Palacio, el príncipe Andrés y Sarah Ferguson aceptan abandonar Royal Lodge, la emblemática y enorme residencia en Windsor donde han vivido durante años sin pagar nada.
Pero han puesto sobre la mesa una condición tan llamativa como polémica: quieren dos viviendas en el propio dominio de Windsor, una para cada uno, a cambio de entregar las llaves de la gran mansión. Una exigencia que reabre el debate sobre los privilegios y el reparto de casas reales.
La condición impuesta ha generado gran sorpresa incluso dentro de la Casa Real británica.
Royal Lodge, una residencia difícil de mantener
Imagen aérea de la residencia Royal Lodge.
Royal Lodge, situada en los terrenos del Castillo de Windsor, es una mansión histórica con más de 30 habitaciones y extensos jardines. Su mantenimiento es elevado y la Corona quiere reorganizar las residencias reales para optimizar costes y distribución, especialmente desde la coronación de Carlos III. El monarca lleva tiempo insistiendo para que Andrés se traslade a una vivienda más pequeña y fácil de gestionar, algo que hasta ahora el príncipe se había negado a aceptar.
El príncipe Andrés y Sarah Ferguson piden dos casas en Windsor
Frogmore Cottage se encuentra en un lugar idílico
Según las informaciones publicadas por la prensa británica, Andrés y Ferguson solo dejarán Royal Lodge si se les concede dos residencias separadas dentro de Windsor. La idea es que ambos continúen viviendo cerca el uno del otro, como hasta ahora, pero sin compartir hogar.
Entre las alternativas que se barajan figuran viviendas ya conocidas por todo el mundo. Una de ellas es Frogmore Cottage, antigua vivienda del príncipe Harry y Meghan Markle; otra, Adelaide Cottage, una residencia histórica situada también en el corazón de Windsor.
Qué pasará con Royal Lodge
Royal Lodge, residencia de Andrés de Inglaterra desde 2004.
Una vez se materialice el acuerdo, el foco estará en la nueva vida de la mansión: desde asignarla a otros miembros de la familia hasta plantear un uso distinto que ayude a pagar su alto mantenimiento. Sea cual sea el destino, el movimiento simboliza algo más que una mudanza: es un gesto de modernización y control de privilegios en una monarquía que busca alinearse con los tiempos.
En resumen, hay voluntad de cambio, pero no a cualquier precio: Andrés y Ferguson aceptan salir de Royal Lodge si a cambio se quedan en Windsor por partida doble. ¿Aceptará el rey Carlos III las exigencias de su hermano, sobre todo tras sus últimas polémicas?