Mónaco, envuelta en escándalos: así lo está viviendo la Familia Real
Alberto II ha roto con cuatro de sus más cercanos colaboradores, implicados en supuestos casos de corrupción a muy altos niveles, como "cortafuegos" de una batalla legal que podría airear los secretos del príncipe
Alberto de Mónaco, de 65 años, ha visto como 4 personas muy cercanas a él están en el punto de mira.
De los tiempos del arrebatado glamur que Rainiero y Grace Kelly consiguieron instalar en el pequeño principado monegasco queda muy poco. Prácticamente, nada. Después de la desaparición de la actiz estadounidense (muerta en 1982) y del anterior monarca (fallecido en el 2005), la historia reciente de Mónaco ha sido una sucesión de desatinos, problemas, desenfrenos y alborotos que, protagonizados por los tres hijos de la pareja y las familias de éstos, han llevado al país de una crisis a otra, en una caída que no parece tener fin.
El Palacio de Mónaco ha perdido el glamur de antaño.
Una mochila llena de documentos comprometedores
Pero, pese a la inacabable recua de escándalos, el que ahora se está viviendo en Mónaco parece ser de una dimensión tan grande, que amenaza con sacudir los cimientos de esta ciudad-estado de la riviera francesa, famosa por su casino y por ser la nación que, con sólo 38.000 residentes, ostenta el mayor porcentaje de millonarios del mundo.
Y es que de eso, de dinero no precisamente limpio ni trasparente, es de lo que va la crisis que amenaza con llevarse por delante a Alberto II y a su familia.
La historia, sin embargo, empezó hace un tiempo. En octubre del 2021, una mochila repleta de información sensible llegó a la sección de investigación del diario francés 'Le Monde'. Todos esos papeles físicos se vieron ampliados, luego, con un aluvión de correos electrónicos que, aportados por una fuente anónima y conocidos como 'les dossiers du Rocher' (los expedientes de la Roca), apuntaban a que cuatro de los más cercanos colaboradores del príncipe monegasco eran unos corruptos y habrían amasado grandes fortunas en el sector inmobiliario a partir de una red de influencias y comisiones que, y eso era lo más explosivo, "se extendería hasta la cúspide del Estado".
Alberto y Charlene de Mónaco, cuyo matrimonio sigue dando mucho de qué hablar.
En el punto de mira de la Fiscalía anticorrupción
Consciente de que ese escándalo podría destruirlo, Alberto II reaccionó y apartó de su lado, de un plumazo, a lo que la prensa ha dado en llamar el 'G4': Claude Palmero, su asesor financiero de confianza; Laurent Anselmi, jefe de Gabinete (el equivalente a la presidencia del Gobierno en España); Thierry Lacoste, amigo suyo de la infancia y abogado personal, y, por último, Didier Linotte, presidente del Tribunal Supremo del país.
Todos ellos están ahora en el punto de mira de la Fiscalía anticorrupción monegasca, que investiga todas las comunicaciones que han mantenido en los últimos años, incluyendo las que tuvieron con Alberto.
El día más peligrosos para el príncipe, según se ha sabido ahora, fue el pasado 19 de julio, cuando los agentes judiciales entraron en las oficinas y residencias de Claude Palmero, incautando sus teléfonos, así como los documentos y libros contables que tiene en su poder desde que, en el 2001, todavía con Rainiero vivo, empezó a hacerse cargo de los asuntos contables de los Grimaldi. ¿Qué saldrá de esa investigación?
Laurent Anselmi (jefe de gabinete), Thierry Lacoste (abogado), Didier Linotte (presidente supremo) y Claude Palmero (asesor financiero).
El hombre que lo sabe todo de su matrimonio con Charlene
Aún es pronto porque el caso se está instruyendo, pero a Alberto y a Charlene podría afectarles directamente. Persona muy cercana a la exnadadora sudafricana, el asesor conoce al dedillo todo lo que tiene que ver con la complicada relación que los actuales príncipes de Mónaco han mantenido y mantienen.
Incluso hay quien especula con que Palmero podría tener las claves de uno de los sucesos más tapados de la historia del Principado: la muerte de Grace Kelly. Al margen de lo que pueden revelar los documentos, está por ver qué es lo que declararán los cuatro encausados respecto a la naturaleza de sus actividades y con quiénes las ejercían.
Pese a que Alberto ha intentado mediar siempre entre ellas, la relación entre la princesa Charlene y sus dos cuñadas, Estefanía y Carolina, nunca ha sido ni fluida ni buena.
Mientras Alberto se prepara para esquivar este complicado caso político-judicial, en el que ya ha asegurado que no está "ni directa ni indirectamente involucrado", a su alrededor las cosas se complican: su mujer, Charlene, sigue enfrentada a sus cuñadas, Carolina y Estefanía.
Según algunas fuentes, la relación entre ellas nunca fue muy fluida y, ahora, sigue sin serlo. Pudo verse en la reciente Gala de la Cruz Roja, en la que la princesa acudió, pero las hermanas del príncipe no hicieron acto de presencia. Una desunión que podría jugar en contra de todos porque, en los momentos complicados que quizás llegarán, es mejor hacer piña que ir cada uno por su lado.
