Una mujer llora, con desconsuelo, ante las ruinas de lo que era su casa.
El segundo peor seísmo que ha vivido el país sudamericano en su historia (7,8 grados en la escala Richter) ha dejado un reguero de muertos, heridos y destrucción, especialmente en la zona norte, la zona más turística. El epicentro del temblor se situó entre las localidades de Cojimíes y Pedernales, en la zona norte de la provincia de Manabí, donde están las comunidades más afectadas; Manta y Portoviejo también sufrieron severos daños, pero el gobierno ecuatoriano decretó estado de excepción en todo el país. Los equipos de rescate siguen sacando cadáveres de entre las ruinas, mientras que los supervivientes se enfrentan a una situación terrible ya que lo han perdido todo. El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, ha estimado en unos 3.000 millones de dólares (casi 2.650 millones de euros) las pérdidas ocasionadas, lo que supone el 3% del PIB del país. La revista PRONTO tiene toda la información de esta catástrofe natural que ha dejado al país sumido en la desolación.