La borraja es un auténtico regalo del frío
La mejor temporada de cultivo de la borraja, originaria del Mediterráneo, es el invierno. Así que no desaproveches la oportunidad de degustarla y descubrir por qué en Francia y en Italia este vegetal se considera una verdura de lujo.
Rica en mucílagos, actúa como un excelente bálsamo digestivo. Hervida y aliñada con aceite de oliva virgen, alivia la acidez de estómago y va bien en el tratamiento de la úlcera. Además, su fibra se muestra especialmente eficaz a la hora de reducir la absorción del colesterol a través del intestino, de estabilizar los niveles de azúcar en sangre y de dar un empujón al intestino. Por si fuera poco, también destaca por su contenido en calcio, magnesio y fósforo, el trío de nutrientes que refuerza los huesos.
El consumo regular de la borraja mejora el estado de la piel, uno de los órganos más afectados por las bajas temperaturas. Si precisamente lo que te preocupa es el cuidado de la piel, descubre otro alimento muy beneficioso aquí.
Más por menos: la borraja ultracongelada, aparte de ser más barata y de conservar mejor sus virtudes nutricionales, aporta menos sodio que la que se vende en conserva.