
Las pipas de girasol son un vicio sanísimo.
Las pipas de girasol son una reserva de nutrientes de gran valor para la salud. Incluir en la despensa estas semillas al natural y sin sal, es un acierto absoluto. Conoce todas las razones:
Aportan dosis muy abundantes de fibra, esteroles y lecitina, tres compuestos que mejoran el control del colesterol. Asimismo, por su riqueza en magnesio y vitamina B6, también reducen trastornos asociados a la menstruación: espasmos uterinos, nerviosismo, irritabilidad, calambres, estreñimiento…
Son por otro lado, la segunda mejor fuente de vitamina B1, un nutriente que potencia la actividad cerebral, refuerza la musculatura y mejora el estado de ánimo. Y aquí no acaba todo. Se trata uno de los alimentos más ricos en zinc, lo que las convierte en un excelente estimulador de las defensas.
Más por menos: las humildes pipas de girasol se venden a mejor precio que el sésamo. Aunque no superan su aporte en calcio, sí proporcionan mayores dosis de vitamina K, otro nutriente esencial para los huesos.
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