Pepe, de 60 años, junto al catamarán que él mismo ha diseñado y construido en el patio de su casa.
Cuando tenía 32 años, a Pepe Soto le detectaron un cáncer del sistema linfático del que ha sufrido hasta cuatro recaídas. Harto de esta situación, un día decidió abandonar el tratamiento y dedicarse a cumplir un sueño que perseguía desde siempre: hacerse a la mar en busca del paraíso. Y, literalmente, se puso manos a la obra. En el patio de su propia casa de Castellflorit de la Roca, en la provincia catalana de Girona, empezó a construir la embarcación con la que ahora, a sus 60 años, piensa navegar hasta las islas de San Blas, en pleno Caribe. Pepe es un ejemplo de coraje, superación y lucha contra la adversidad; también de esperanza. «Sé que hay mucha gente que también padece mi enfermedad u otras similares. Sólo les puedo decir a cada persona que si tienes previsto hacer algo, hazlo. Lo que no puedes hacer es cruzarte de brazos y esperar que te llegue la hora, no puedes ser esclavo de la enfermedad, tirarte en la cama y quedarte allí compadeciéndote. Hay que seguir funcionando mientras el cuerpo aguante y, si tienes una ilusión, intenta cumplirla», cuenta a PRONTO con una fortaleza admirable. ¡No te pierdas la apasionante historia de este hombre ejemplar, esta semana en nuestra revista!