Sus restos mortales descansan en el panteón familiar del cementerio de Guadalajara.
Aline Griffith, condesa de Romanones, la aristócrata espía, falleció hace unos días a causa de una enfermedad pulmonar que arrastraba desde hacía tiempo. Hay quien dice que tenía más de escritora que de agente secreto, pues para muchos, resulta imposible creer que el relato de su vida sea cierto a pies juntillas. Pero, en cualquier caso, ¡es apasionante! No te lo pierdas.