Alejandro, el hijo de María Jiménez, vende pertenencias de su madre desde 18 euros
El único hijo de la recordada artista ha puesto a la venta collares y pulseras personales de la cantante; piezas únicas que usó en vida

La cantante María Jiménez y su hijo, Alejandro.
El pasado 7 de septiembre se cumplieron dos años del fallecimiento de María Jiménez, y su recuerdo sigue más vivo que nunca. La huella que dejó la intérprete de ‘Se acabó’ continúa presente en el corazón de miles de seguidores y, sobre todo, en el de su hijo Alejandro, fruto de su relación con Pepe Sancho. Él ha sido el encargado de mantener viva su memoria, no solo en redes sociales, sino también a través de un proyecto muy especial.
Alejandro pone a la venta accesorios de María Jiménez
A través de la página web oficial de la artista, Alejandro ha puesto a disposición de los fans 14 accesorios personales que pertenecieron a María Jiménez. La mayoría son collares, aunque también destaca una pulsera de protección. Según ha explicado, estas piezas eran muy importantes para su madre y, de hecho, asegura que están “bendecidas” por ella.
Los precios de estos artículos oscilan entre los 18 euros, el más barato, y los 90, el más caro. Se trata de una oportunidad única para que los seguidores de la cantante puedan conservar un recuerdo tangible de la sevillana, ya que la mayoría son complementos exclusivos que usó en vida.
Las redes se han llenado de comentarios de apoyo a esta iniciativa: “Qué buena idea”, “Quiero todos” o “Yo lo veo muy bien” son algunos de los mensajes más repetidos en el perfil de Instagram de la artista. No obstante, también han habido críticas. Algunos usuarios han mostrado su descontento al considerar que se trata de objetos con demasiado valor sentimental para ponerlos a la venta.
Alejandro puso en alquiler la casa de su madre en Cádiz
No es la primera vez que Alejandro toma una decisión que genera debate en torno a la memoria de su madre.
Este verano, puso en alquiler la casa de la cantante en Chiclana de la Frontera, Cádiz, para que los admiradores pudieran hospedarse allí y sentir de cerca el universo personal de María Jiménez. Una experiencia que, según él, ha sido todo un éxito: “La gente se va encantada. La echo mucho de menos”.
A la espera del homenaje oficial que Sevilla prepara para reconocer la trayectoria de la artista, Alejandro sigue encontrando fórmulas para mantener vivo el legado de su madre.