Almudena Cid: “Estoy construyendo la casa de mis sueños cerca de mi familia”
Feliz con su novio Gerardo, se emocionó al contarnos que desde que se marchó de casa a los 14 años para competir sentía que había abandonado a sus padres, a los que adora
Su época de gimnasta profesional le dejó varias lesiones en los pies. Ahora que Almudena Cid ha aprendido a priorizarse y a saber cuidarse por dentro y por fuera como nunca, nadie mejor que ella podría ser imagen de los zapatos Comfeet de Merkal. “Yo no los he diseñado, pero sí sé que su tecnología tiene que ver con la ligereza, con la flexibilidad, con el impacto. Son conceptos que yo he tenido en mi vida siempre porque yo he hecho deporte sin calzado y tengo los pies machacados, y una de las cosas que yo siempre miro muy bien es que el calzado sea cómodo”.
“Soy fan de que la Reina Letizia se baje del tacón”
La reina Letizia ha empezado a llevar calzado plano.
PRONTO: ¿Tú sigues con lesiones, Almudena? ¿Cosas ya de por vida?
ALMUDENA CID: Sí, porque son lesiones óseas. Mis pies han tenido dos fracturas de estrés, me rompí el quinto metatarsiano y luego se me resquebrajó la fascia del pie antes de los Juegos Olímpicos de Atenas.
P.: Te solidarizas entonces con la Reina Letizia, que sufre tanto como tú de los pies.
A.C.: Hombre, totalmente. Soy fan de que baje ese tacón, ¡le tenemos que mandar unos Comfee a ella! Es que es fundamental ir cómodo, y nunca dejemos de fortalecer el pie, tiene que tener su musculatura en buen estado. Hay que concienciar para que cuando lleguemos a la vejez hayamos hecho un proceso lógico de cuidado.
P.: Sigues involucrada con el deporte, con la actuación, en televisión, dando charlas. ¿Cuál es tu zona de mayor confort, en la que te sientes cómoda?
A.C.: Me hubiera quedado toda la vida en la función de teatro de “Ladies football Club” de Sergio Peris Mencheta y me veo muy en mi zona de confort en las conferencias para las que me contratan. Es algo que nunca pensé que iba a hacer pero a raíz de la escritura y la comunicación del libro surgió este abanico de posibilidad.
Almudena Cid nos habla de la casa que se está haciendo
P.: ¿En qué momento te encuentras?
A.C.: Pues estoy feliz porque he empezado a construir la casa de mis sueños. He ahorrado mucho dinero, ahí hay mucho esfuerzo y muchos dolores de pies en el proyecto. Me voy cerca de mi familia, para Vitoria y mi sueño ahora es terminar. En 2025, antes de que acabe no sé si veré toda la estructura, ojalá que sí. Si no, será en enero. Y en junio la idea es poder encender la chimenea, aunque no es la época, pero yo la voy a encender porque mi sueño es sentarme, encender la chimenea y asar unas castañas.
P.: O sea que abandonas Madrid.
A.C.: Vendré para trabajar.
P.: ¿Y te mudas sola o acompañada?
A.C.: Acompañada, claro. Pero construyo mi casa, mi hogar, mi espacio y mi vida. Y luego poder tener un espacio donde celebrar la familia, porque siempre he estado fuera, lejos, me fui con 14 años de Vitoria, primero a Madrid y luego a Barcelona, y siento que tengo que estar con mis padres, y además los adoro. Siempre he tenido el sentimiento de abandono porque yo tomé la decisión de irme, y tengo una necesidad vital de tenerlos cerca.
P.: ¿Y a la otra parte, Gerardo, le gusta Vitoria?
A.C.: De la otra parte no voy a hablar.
P.: A ti te vemos feliz con la relación.
A.C.: Es que estoy en un momento muy bonito porque estoy teniendo oportunidades vitales, no solo laborales. Por ejemplo la de poder volverme cerca de mi familia es una oportunidad y una posibilidad que igual no todo el mundo tiene.
P.: Fue difícil separarte de ellos siendo tan joven.
A.C.: Eso es muy duro. Mi madre y mi padre lo han pasado mal, no me lo han querido decir pero no es fácil. Y yo echaba de menos el beso de buenas noches de mis padres con 14 años.
P.: ¿Cambiarías algo de tu vida?
A.C.: No. No porque el deporte me ha dado unas herramientas en la vida maravillosas.
P.: Tu otra relación fue muy mediática. ¿Ahora te da vértigo hablar de tu situación actual?
A.C.: Ahora mismo intento ser súper natural, en mis redes lo soy. Y la parte que quiero mostrar, lo muestro. Pero intento cuidar una parte privada. Preservar una parte para mí.