Fabiola Martínez habla sobre el futuro de su hijo Kike
La empresaria y exmodelo venezolana vive centrada en sus hijos y en su nuevo proyecto profesional en el mundo de la moda.
Fabiola Martínez con su hijo Kike Osborne, de 17 años.
A sus 52 años, Fabiola Martínez atraviesa una etapa de estabilidad personal y profesional. La que fuera esposa de Bertín Osborne ha logrado reinventarse tras su separación y compagina su papel de madre con el trabajo al frente de su marca de ropa y su compromiso con la Fundación Bertín Osborne, donde continúa implicada de forma activa.
En una entrevista a El Español, la modelo ha hablado abiertamente sobre su presente y sobre la evolución de su hijo mayor, Kike, que cumplió 18 años y padece un daño cerebral severo. “Su situación neurológica no le permite tomar decisiones importantes, pero él se siente parte de algo, y eso le hace bien”, explica.
“Con Kike he aprendido que hay que preocuparse por el ahora”
Fabiola Martínez con su hijo Kike.
Fabiola reconoce que uno de los mayores aprendizajes que le ha dado su hijo es no anticiparse a los problemas: “He aprendido que hay que preocuparse por el ahora. Mañana no sabemos qué pasará. Puedes planificar y luego las cosas cambian”.
"A nivel cognitivo, su edad neurológica es como la de un niño pequeño, pero es un hombre"
Fabiola Martínez levanta de la cama a su hijo Kike.
También ha explicado cómo están afrontando el final de la etapa escolar de Kike: “Han ampliado el plazo legalmente y ahora puede estar hasta los 21 o 22 años, pero después llega el limbo para las personas como mi hijo, que tienen un daño cerebral severo. A nivel cognitivo, su edad neurológica es como la de un niño pequeño, pero es un hombre”, señala con realismo y ternura.
Fabiola con su hijo mayor, Kike, fruto de su relación con Bertín Osborne.
Pese a las dificultades, se muestra optimista y agradecida por los avances en la atención a personas con discapacidad: “Hoy tienen más calidad de vida y viven mucho más”, asegura.
Fabiola Martínez con sus hijos
La venezolana habla con ternura de la relación que mantiene con sus dos hijos. De Carlos, de 16 años, dice entre risas: “Ya está tan grande que a veces le digo: "Mi amor, dime mamá a menudo, ¿sabes? Porque van a pensar que soy tu novia ya".