Greta empezó su protesta en agosto del 2018.
La primera vez que le hablaron del cambio climático en la escuela, Greta Thunberg tenía 10 años y se quedó atónita por el hecho de que nadie hiciera nada para intentar parar un fenómeno que pone en peligro la vida tal y como la conocemos. Esta niña sueca, que tiene síndrome de Asperger (un trastorno que se incluye dentro del espectro autista y que afecta la interacción social), se documentó sobre el tema y la realidad que descubrió la hizo caer en una depresión.
Tras muchas conversaciones con sus padres, Greta tuvo claro que ella no iba a quedarse cruzada de brazos y, en agosto del 2018, se plantó delante del Parlamento sueco para intentar llamar la atención de los políticos. Entonces no sospechaba que su iniciativa sería la llama que encendería un movimiento de alcance mundial.
Descubre su increíble historia en tu revista Pronto.