Isabel Preysler revive su infancia en un viaje a Maldivas junto a Tamara Falcó e Íñigo Onieva
Un retiro familiar que combina lujo, memorias profundas y complicidad con Tamara y su marido Íñigo
Isabel Preysler y su hija, Tamara Falcó, en una fotografía de Instagram (@tamara_falco).
Isabel Preysler disfruta de uno de los momentos más especiales del verano junto a su hija Tamara Falcó y su yerno Íñigo Onieva, en el idílico archipiélago de las Maldivas. Rodeada de palmeras y aguas turquesas, la socialité se dejó llevar por la nostalgia y compartió en redes un instante cargado de emoción: “Rodeada de mar y palmeras… este clima me transporta a mi querida tierra natal. Una auténtica alegría poder disfrutarlo en un lugar tan especial, con un equipo impecable.” Este comentario revela cómo esos paisajes le han otorgado un reencuentro sensorial con su tierra originaria.
Maldivas
Estilo impecable en cada rincón tropical
Fiel a su elegancia sin estridencias, Isabel Preysler lució un caftán vibrante combinado con sandalias Hermès que irradiaban estilo relajado y sofisticado.
Isabel Preysler
Tamara Falcó también brilló por su frescura, con looks desenfadados pero llenos de buen gusto que reflejaban la complicidad entre madre e hija. Juntas recorrieron los rincones del resort, dejándose llevar por la belleza natural y la moda como parte del viaje.
Redes sociales de Tamara Falcó
Redes sociales de Tamara Falcó
Lujo exclusivo y momentos para el recuerdo familiar
El grupo se alojó en resorts de lujo de la cadena Four Seasons, como las islas de Voavah y Kuda Huraa, donde disfrutaron de yate privado, spa, buceo y la visita de delfines residentes. Un entorno de ensueño que les ha permitido combinar la paz emocional con experiencias inolvidables.
Maldivas
No es la primera vez que madre e hija viajan juntas a este destino, aunque en esta ocasión han sumado un nuevo compañero de sueños: Íñigo Onieva.
Iñigo Onieva y Tamara Falcó
Isabel Preysler ha dejado claro que, más allá del glamur, lo que verdaderamente importa está en los recuerdos compartidos y los lazos que se fortalecen cuando más se necesita —y que un lugar tan hermoso puede ser el escenario perfecto para redescubrir la propia historia.
