Kiko Rivera, cabizbajo y preocupado tras viajar de urgencia a Canarias para apoyar a su prima Anabel Pantoja
Kiko Rivera viajó de urgencia a Gran Canaria para apoyar a su prima Anabel Pantoja tras el delicado ingreso de su hija Alma en la UCI

Kiko Rivera y Anabel Pantoja.
Demostrando su apoyo incondicional a Anabel Pantoja ante el complicado momento que vive por el ingreso de su hija Alma, de apenas un mes y medio de edad, en el Hospital Materno Infantil de Las Palmas, Kiko Rivera no dudaba en viajar de urgencia a la isla canaria para estar al lado de su prima cuando se enteraba de la terrible noticia.
Tras apenas 24 horas en Gran Canaria -en las que no coincidió con su madre Isabel Pantoja en el hospital, pero sí con su hermana Isa Pi, dejando a un lado sus diferencias porque ahora la absoluta prioridad es la influencer y su pequeña- el hijo de la tonadillera regresaba a Sevilla para retomar sus obligaciones personales y profesionales.
Kiko Rivera e Irene Rosales, callados pero muy tristes

Kiko Rivera, muy preocupado. Foto: EP.
Y este martes, Kiko Rivera ha reaparecido ante las cámaras cabizbajo y sin poder disimular su preocupación por el delicado trance que atraviesa Anabel. Muy discreto, y respetando el silencio absoluto que mantiene su prima ante el grave problema de salud de su hija, Kiko ha dado la callada por respuesta a las preguntas de la prensa, evitando dar ningún detalle sobre su viaje exprés a Canarias para apoyar a la creadora de contenido y a su pareja, David Rodríguez, en esta situación tan delicada.

Irene Rosales prefiere no hablar. Foto: EP.
Quién no ha podido viajar a Las Palmas por quedarse al cuidado de sus hijas Ana y Carlota ha sido Irene Rosales, que siempre ha tenido una relación muy estrecha con Anabel. Desde Sevilla, donde continúa a la espera de novedades sobre el estado de la pequeña Alma, la mujer de Kiko prefiere ser prudente en este delicado trance para su familia.
Y aunque su intención pasa por respetar los deseos de la creadora de contenido y guardar silencio mientras la recién nacida continúe ingresada, sí ha confesado este martes, con la preocupación reflejada en su rostro, que no ha podido hablar con Anabel en las últimas horas para saber cómo evoluciona su hija y qué le han dicho los médicos.