Lalachus: "Mi familia sufre cuando me insultan"
Lalachus se sincera: las críticas no le afectan, pero le duele que su familia sufra. La cómica del 'Grand Prix' habla claro

Lalachus hace caso omiso a todo lo que se dice sobre ella en las redes sociales.
Todavía hay días que se tiene que pellizcar para ser consciente de lo que está viviendo. Laura Yustres, conocida por Lalachús, recuerda casi como si fuera un sueño lejano cómo era su vida hace cuatro años cuando trabajaba de recepcionista, hacía fotocopias y nadie la conocía.
Ahora le parece “raro” cómo todo se ha ido precipitando en su vida: triunfó en redes gracias a su humor, la fichó “La Revuelta”, dio las Campanadas y ahora ha cumplido un deseo que de niña no se hubiera atrevido ni a tener, copresentar con Ramón García 'El Grand Prix del verano' en La 1.

Ramón García y Lala Chus.
Pero como no todo pueden ser alegrías, el fichaje de la de Fuenlabrada estuvo empañado por las críticas, pues tuvo que aguantar comentarios -anónimos y cobardes- en redes sobre su físico, entre los que llegaron a escribirle ofensas tan duras como la que ella denunció en su día públicamente junto a Broncano, la de alguien que había dicho “por fin vuelve la vaquilla”.
“Siento que vamos para atrás cuando dicen que me han puesto ahí para cubrir la cuota de gorda”
“Ya he aprendido bastante a meterme en una balsa de aceite. Al principio no deja de sorprenderte porque yo siempre he sido un perfil bastante blanco en redes sociales. Me estoy dando cuenta de que no es una cuestión de que me insulten por ser gorda, es una cuestión de que me insultan a mí y a todo el que tenga un poco de foco. Ahora no me afecta, pero sorprende que una señora te esté insultando desde su casa”, nos dijo en la rueda de prensa del programa.

PRONTO: ¿Tu familia sufre con los haters?
LALACHÚS: Sí, claro, por supuesto. Para mí el sufrimiento más fuerte no es que me pase a mí, porque yo lo puedo llevar, paso y no leo, o bloqueo. Pero yo no puedo controlar lo que hacen mis padres, y mi padre sí es una persona que busca en redes, lee, comenta. Y, lógicamente, que estén diciendo barbaridades a tu hija es duro. Lo he pasado peor por esa situación que por lo que me pudieran decir a mí.
P.: ¿Por qué crees que hay tanto debate público sobre el cuerpo de la mujer?
L.: Hay gente que dice que me han puesto ahí por cubrir la cuota de la gorda. Me parece ridículo, absolutamente ridículo, porque siento que vamos para atrás. Creo que se debería empezar a mover que haya un control o un límite. Pero es un poco agotador, sobre todo porque ya no es que lo leas y pases, es que lo lee una chica más joven en un momento en el que no está bien con su cuerpo y la pueden hundir. Creo que es importante que se vean cuerpos de otras formas haciendo cosas. No soy una abanderada de la gordofobia, simplemente soy una gorda haciendo televisión. Estoy haciendo un trabajo.

P.: ¿Te imaginabas, cuando empezabas a hacer vídeos para redes dar las Campanadas o de copresentadora de este programa?
L.: Jamás en la vida. Mi abuela dice que en una vida hay muchas vidas. Yo solo hago cosas para poder contar cuando sea viejita. Esto es muy fuerte, nunca me lo podría plantear.

P.: Este año podrías repetir Campanadas, pero con Ramontxu.
L.: Estaría bonito de ver, yo con una capa doble.

P: ¡Pero sin estampita! ¿Cómo viviste esa polémica?
L.: Fue jodido, sobre todo porque me preguntaba el por qué. Nunca hubo una intención de hablar más allá que de la televisión, que estamos hechos de televisión y hablar de 'El Grand Prix', pero no por si me cogían. Eso sí, yo ya no saco estampitas…

Lalachus
P.: ¿No has pensado usarla en tu invitación de boda, que es este año?
L.: ¡De todo, y para mi cumpleaños también! Esa imagen es muy fuerte.
P.: ¿Cómo llevas que se hable hasta de tu boda?
L.: Es una cosa muy rara, considero que tengo cero interés porque tengo una vida cotidiana y normal y mi pareja también es una persona anónima.
P.: Ellos te ayudarán mucho a apoyarte en mantener los pies en la tierra y que no te afecten las polémicas.
L.: Sí, todo mi entorno realmente, mi familia. Tengo un entorno muy normal y muy natural.