Laura Sánchez: así convive con su enfermedad
Laura Sánchez se sincera sobre su diabetes tipo 1: "He perdido la libertad", pero la lleva sin obsesión gracias al apoyo de su hija y pareja
Laura con la nueva Barbie.
Hace cuatro años la vida de la modelo Laura Sánchez cambió radicalmente cuando le fue diagnosticada diabetes de tipo 1. Una enfermedad que según la OMS afecta actualmente a más de 300.000 niños y adolescentes en Europa, y por ello Barbie, que lleva años lanzando a mercado muñecas que reflejen la diversidad, acaba de lanzar una afectada por esta enfermedad, desarrollada en colaboración con Breakthrough T1D, la organización mundial de investigación y defensa de la diabetes tipo 1. “Me siento orgullosa de dar visibilidad a esta Barbie que tiene una enfermedad con la que yo convivo. Y que Barbie me dé voz me enorgullece porque confío en el poder del juego como herramienta para el desarrollo de las próximas generaciones”, nos dijo Laura Sánchez, embajadora en España de la muñeca.
“Con la profesión que tiene Manuel, sólo se vive el momento”
PRONTO: Tu vida cambió hace 4 años. Superado el shock, ¿lo llevas ya mejor?
LAURA SÁNCHEZ: Fue un diagnóstico totalmente inesperado, sin antecedentes familiares y con una desinformación brutal de esta enfermedad. Me tuve que acostumbrar a vivir de otra manera, intentando que no repercuta en mi día a día. ¿Lo llevo bien? La diabetes no tiene un día bien ni mal, es que cambia cada día. Sólo nos entendemos quien la padecemos. Ahora la tengo alta, pero no sé por qué, ¡es que hay 72 factores externos que tú no controlas! Desde la climatología hasta tu situación hormonal o un frenazo de un taxi que te sube el cortisol. Yo intento tenerla controlada, pero sin obsesión.
P.: Llevas un sensor y una aplicación para estar controlada.
L.S.: Sí, ¡y pita como una descosida si nos vamos para arriba o para abajo! Yo te diría que he perdido la libertad porque tengo que tener un control absoluto de mi glucosa todos los días del año. No me puedo quedar sin batería, no me puedo alejar del móvil. Voy con dos mochilas por la vida, porque tengo que llevar una neverita con mi insulina. Y llevo en el coche zumos y unas gomitas que me trae mi hija de Estados Unidos -está estudiando allí ADE y Marketing, y con una beca de fútbol- y llevan la cantidad justa de azúcar para una hipoglucemia.
P.: Naia estará preocupada por ti.
L.S.: Sobre todo en las bajadas, porque tienes poco tiempo de reacción. Cuando la aplicación pita, me mira y me dice: “¿Qué necesitas?”, “¿Qué te traigo?”. Ella sabe los síntomas, el tiempo que tardas en recuperarte de una hipoglucemia… Ella se sienta a mi lado y solo viendo mi tono de la piel sabe si mejoro. Mi chico llama a las bajadas de glucosa mis “Casper”, porque me quedo blanca, se me marca la ojera.
El torero y su pareja en la Feria de Abril.
P.: Manuel también te cuidará mucho. ¿Cómo va vuestra relación?
L.S.: Sí, la verdad es que nos va muy bien, estoy muy tranquila.
P.: ¿Te plantearías boda con él?
L.S.: Yo no pienso ya de hoy para mañana. Llevamos año y pico de relación, estamos muy bien, él está en plena temporada y con la profesión que tiene Manuel, sólo se vive el momento.
P.: ¿Se sufre mucho?
L.S.: Muchísimo.
P.: ¿Y vas a verlo torear? Porque la aplicación de la glucosa no parará de pitar con tanto susto…
L.S.: Sí, lo voy a ver, y pita, pita. La glucosa me sube cada vez que lo veo torear, pero es una decisión que he tomado yo e intento llevarla lo mejor posible. Es muy extremo, pero eso te coloca en la vida muy al día a día, y te hace disfrutar.
P.: ¿Con qué proyectos estás ahora?
L.S.: Ya hemos empezado con We Love Flamenco 2026. Es la 14ª edición, cada vez se hace más grande y necesitamos más tiempo para prepararlo. Hay proyectos de moda, campañas de otoño invierno, y en agosto espero tener unos días de vacaciones.
P.: ¿Te atreves a coser ya, además de diseñar, después de tu paso por 'Maestros de la Costura'?
L.S.: No, yo me hago mis cositas para mí. Me hice una falda flamenca para el Rocío. Y me he hecho mis cortinas. ¡Ahora tengo que hacerle vestidos a la Barbie!
