Manuel Carrasco: "Paso mucho tiempo con mis hijos"
A punto de terminar su Tour Salvaje, el cantante Manuel Carrasco confiesa que está en plena forma y que ahora podrá disfrutar más de su familia
A sus 44 años, Manuel Carrasco no puede estar más agradecido a la vida. A punto de terminar su Tour Salvaje, el de Isla Cristina reconoce que la música le ha hecho cumplir tantos sueños que ya no sabe qué hacer con su vida cuando finaliza gira sus conciertos.
“Ahora que estoy casi acabando estoy ya malo porque me lo estoy pasando muy bien, se me ha hecho muy corta. ¡No sé qué voy a hacer luego!”, nos contó el intérprete de “No dejes de soñar” en una fiesta homenaje a Gloria Estefan, donde nos confesó aliviado que al menos ahora tendrá más tiempo para dedicarlo a su otra gran pasión, su familia: su mujer Almudena y sus hijos Chloe y Manuel Gael.
Manuel Carrasco: “Estoy en forma”
PRONTO: Estar de gira es muy exigente. ¿Cómo logras no volverte loco?
MANUEL CARRASCO: Hombre, uno lleva ya unas cuantas y cuando ya sabe lo que es la intensidad de una gira, sabes que tienes que estar muy preparado, y los años van pasando también. Yo me preparo, me cuido, y físicamente estoy en forma y eso se nota, y gracias a eso se disfruta más.
P.: Ha sido tan intensa que ha habido tiempo hasta para darnos sustos. Esa caída que tuviste…
M.C.: ¡No fue para tanto! A veces pasa que te caes y dices: “¡Me maté!”, pero luego me levanté y dije: “Ah, no, pues no me ha dolido”. Estábamos en mi pueblo además, había mucha humedad y me resbalé.
P.: ¿Cómo se lleva el tema familiar? Porque los niños, ya más mayores, te reclamarán que no estés tanto tiempo fuera de casa.
M.C.: Están muy acostumbrados, pero sí. Sí me lo dicen.
P.: ¿Qué es lo que peor llevas de eso, de estar tanto tiempo lejos?
M.C.: Es que ya estoy hecho a esa vida de alguna manera, y ellos un poco también. Y me gustaría estar con muchos momentos en los que no puedo estar. Aun así soy un padre que pasa mucho tiempo con ellos. Es verdad que era otra época, yo a mi padre casi no lo veía y yo sin embargo casi todos los días llevo a los niños al colegio, aunque luego no los vea alguna noche. Pero yo recuerdo que mi padre se echaba a la mar y no volvía hasta los veinte días.
P.: ¿No sientes que te pierdes cosas?
M.C.: No, la vida me trata bien, yo no soy de quejarme en ese aspecto.
P.: ¿Te piden ellos ir a los conciertos?
M.C.: No tanto, pero de vez en cuando me los llevo y flipan con la gente y con los efectos especiales: los papelillos, las luces…
P.: ¿Les gusta la música? ¿Sería un disgusto o una alegría que te dijeran que quieren ser cantantes?
M.C.: Uy, yo eso no lo pienso todavía. Pero si ellos fueran felices con esto, ¿yo qué les voy a decir si a mí esto de alguna manera me ha dado la vida? La música me lo ha dado todo, los grandes sueños que he tenido y he podido cumplir han sido gracias a la música.