Manuel Díaz El Cordobés confiesa el sueño que le queda por cumplir junto a su padre
El torero vive una etapa muy personal, marcada por su reconciliación con su padre, la frágil salud de su madre y el apoyo constante de su esposa, Virginia Troconis
Manuel Díaz "El Cordobés" vive una etapa emocionalmente intensa en este verano de 2025. Con 57 años recién cumplidos y una vida llena de luces y sombras, el extorero afronta el presente con una mirada más serena. Uno de los grandes hitos de los últimos años ha sido su reconciliación con su padre, Manuel Benítez, tras décadas de distanciamiento y desencuentros relacionados con su paternidad.
Afortunadamente, el pasado quedó atrás, y padre e hijo han logrado reconstruir su vínculo, sellándolo incluso con una imagen inolvidable tomada en 2023: ambos, sonrientes y abrazados, junto a sus hijos en una cena familiar. Manuel la describió entonces como "la foto de su vida", un símbolo de la paz finalmente alcanzada.
Sin embargo, todavía hay un anhelo que no ha podido cumplir: el de una fotografía junto a sus dos padres. “Echo de menos tener esa foto con los dos. No me atrevo a intentarlo, pero imagino una con mi padre y mi madre y yo en medio de los dos. Quizás lo cumpla”, confesó en su sección del programa Tardear, visiblemente emocionado. El deseo de ese reencuentro visual, aún pendiente, lo acompaña como un sueño íntimo.
Manuel Díaz 'El Cordobés' con su madre.
El peso del tiempo y la preocupación por la salud de sus padres
Aunque su vida sentimental y familiar marcha con plenitud, Manuel Díaz no esconde que la salud de sus padres es ahora su mayor preocupación. “Quería parar el tiempo un poco. El tiempo va en contra de las personas. No están juntos, pero los tengo. Esto me lo quiere arrebatar la vida ahora, me niego, soy egoísta. Todo es un ciclo”, revelaba con sinceridad en televisión.
El Cordobés, Manuel Díaz, en el programa 'TardeAR'
Su madre, afectada por una enfermedad desde 2023 —justo cuando él se retiraba del toreo—, atraviesa un momento delicado. “Está delicailla”, admite. También su padre ha sufrido un pequeño bache de salud recientemente, lo que ha hecho que Manuel se sienta aún más vulnerable ante el paso del tiempo. “Es super bonito el hecho de que me pregunten cómo está tu padre y mi madre igual. En el fondo lo bonito es que, sin forzar las cosas, que ellos hayan llegado a esa etapa en que están más relajados”, reflexiona.
A pesar de la distancia física entre ellos, sus progenitores han mostrado interés mutuo, un gesto que el torero valora profundamente. “Puedo dar fe de que mi padre es un buen hombre, no estoy para reprocharle nada. La vida nos condiciona a hacer ciertas cosas, pero no estoy para reprochar”, afirma con una madurez nacida del perdón.
Virginia Troconis, su refugio emocional
En medio de este torbellino de emociones, Virginia Troconis, su esposa desde 2004, se ha convertido en su pilar. Se conocieron hace más de dos décadas y desde entonces han construido una familia sólida, basada en la admiración mutua y el respeto. “Virginia es mi parte más perfecta. Así como tú nos ves, es nuestra vida”, aseguraba el diestro en televisión.
El Cordobés con su novia, Virginia Troconis
Con ella ha compartido no solo alegrías sino también momentos difíciles, y en esta etapa marcada por la salud de sus padres, Virginia ha demostrado ser su mayor apoyo. “He luchado mucho y tengo debilidades por mi estructura de infancia, que no ha estado soportada por unas bases fuertes y fiables”, reconocía Manuel, consciente de lo que ha tenido que superar.
A pesar de todo, su mensaje es claro y esperanzador: “En todas las parejas todo no es color de rosa, pero el amor puede con todo”. Esa fuerza que le da su familia es hoy su refugio mientras enfrenta un tiempo emocionalmente frágil pero lleno de agradecimiento y propósito.