María Galiana: “La pasión por el trabajo me mantiene viva”
Acaba de celebrar su 90 cumpleaños y “ni se me pasa por la cabeza la idea de la jubilación. Mientras mi mente responda y me respeten los achaques de la edad seguiré subiéndome a los escenarios"

María Galiana no concibe retirarse. En estos días protagoniza la obra ‘La reina de la belleza’ en el madrileño teatro Reina Victoria, en un momento especial en el que festeja también sus 25 años de carrera interpretativa.

PRONTO.: Le he escuchado decir que le tiene miedo a la muerte, pero yo la veo muy bien de salud.
MARÍA GALIANA.: Ya, tengo mis achaques, estoy bien de salud, pero cuando cumples noventa años te das cuenta de que empiezas la última década de tu vida, por lo menos eso pienso yo. Y por esa convicción procuro aprovechar al máximo mi tiempo. Cuando tengo días libres voy al cine, al teatro, a la ópera, leo mucho y sigo el fútbol de mi Betis y los partidos de tenis por televisión. Y afortunadamente, no he perdido el interés por la actualidad, de hecho leo el periódico todos los días.
María Galiana: "Mi marido y yo éramos almas gemelas"
P.: Vive una soledad sentimental asumida y querida.
M.G.: Es imposible encontrar a alguien como mi marido Rafael, fallecido en el 2008, éramos almas gemelas, manteníamos largas charlas sobre todo tipo de temas, la empatía era absoluta. En más de una ocasión he dicho que amo mi soledad, que no me aburro nunca y que lleno mi tiempo con todo aquello que amo.

P.: La gran actriz Mari Carrillo me confesó en una ocasión que no hay nada peor para una madre que sobrevivir a un hijo. Usted vivió en propia carne la muerte de uno de los suyos.
M.G.: Fue una gran desgracia. El niño era todavía un bebé y sufrió una muerte súbita. Fue mi marido el que descubrió el cadaver en su cuna… ¿Que cómo se supera esa desgracia? Teniendo más hijos, después de aquella muerte tan dura traje al mundo otros cuatro.

Maria Galiana
P.: Es madre de cinco hijos y abuela de varios nietos. En una entrevista anterior me reconoció que su relación con ellos no es lo que se dice de mucho apego, que usted es muy independiente…
M.G.: Eso es verdad, demasiado independiente, lo que no significa que no les quiera, al contrario, pero les veo poco.
P.: Y les manda dinero por Bizum.
M.G.: En eso soy muy desprendida, ja, ja, ja.