Lo que piensa de verdad Rodolfo Sancho del crimen de su hijo Daniel
El juicio en Tailandia contra el hijo del actor Rodolfo Sancho se inició el pasado 9 de abril
Rodolfo Sancho, en los juzgados de Tailandia.
Defender a un hijo acusado de asesinato en Tailandia, intentando que no lo condenen a muerte o a cadena perpetua, sale carísimo. Un precio que ni siquiera la saneada economía que se le supone a Rodolfo Sancho puede afrontar.
Por eso, el actor, que ha tenido que dejar de trabajar y llevaba ocho meses sin prácticamente hablar con la prensa, aceptó hacerlo para el documental ‘El caso Sancho’, cuyo capítulo cero emitió HBO Max el 9 de abril, coincidiendo con el inicio del juicio en la isla de Samui, mientras que el resto se verá cuando haya sentencia.
Rodolfo Sancho con su hijo y su padre.
Los 120.000 euros que se dice que ha cobrado por la exclusiva servirán para pagar abogados, traductores, viajes, estancias y necesidades de Daniel en la cárcel, pero han mostrado cómo está viviendo el hijo de Sancho Gracia la prueba más difícil que, seguramente, tendrá que enfrentar en su vida.
El protagonista de ‘Mar de plástico’ se enteró de la noticia por una llamada de su hermano. “Mi primera reacción fue de 'shock' y de no creerme lo que contaban porque no cuadraba nada”, explicó Rodolfo, que reveló que, al explicarle lo sucedido a su pareja, Xènia Tostado, ésta “tuvo una reacción de absoluta estupefacción”.
“Hay dos víctimas y un fallecido y eso es terrible”
Rodolfo Sancho, hablando en el documental.
Incómodo y muy cauteloso con sus palabras, Rodolfo Sancho siguió explicando que habló con Daniel al poco de ser detenido como presunto asesino de Edwin Arrieta: “Me dijo que ese tipo le había amenazado de muerte y con hacer daño a su familia, que se defendió de un intento de agresión sexual y que había habido una pelea".
Él suscribe la idea de que lo sucedido en el bungalow de Koh Phangan el 2 de agosto del 2023 fue una muerte accidental. Rodolfo Sancho confesó que no sabía que su hijo tuviera relación con Arrieta, ni qué tipo de trato había entre ellos, y justificó el descuartizamiento del cadáver, lo más escabroso de este suceso, según él, por “un momento de pánico, de disociación. Los psicólogos te explican que la razón deja de funcionar”.
Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo han aparcado sus diferencias para poder estar ambos al lado de su hijo en un momento tan delicado y decisivo.
En sus declaraciones, Rodolfo Sancho reveló que tardó en viajar por primera vez a Tailandia (cuando fue, su exmujer, Silvia Bronchalo, ya llevaba un tiempo allí) porque “ir allí sin armas con las que luchar no tenía ningún sentido. Intenté formar un equipo potente que me pudiera ayudar”.
Aseguró que optó por focalizarse en la batalla legal para huir de una depresión que hubiera complicado aún más las cosas y afirmó que en este caso “hay dos víctimas y, sin duda, un fallecido y es terrible”.
Rodolfo Sancho, que está afrontando todo lo que pasa como una ‘prueba’ que pone la vida, encaraba el juicio con talante positivo y ‘la ilusión de que lo declaren no culpable’.
La familia de Edwin Arrieta quiere la pena máxima
Daniel Sancho, detenido.
Muy diferentes, según el documental, son las aspiraciones de la familia de Edwin. “Queremos justicia, no venganza. La pena máxima, no que lo maten. Que se quede en Tailandia para que, durante el tiempo que Dios le dé de vida, pueda pensar en lo que ha hecho”, han dicho.
Un giro inesperado y radical
Daniel, del que no se ha podido captar ninguna imagen, llega cada día, encadenado de manos y pies, en un furgón a la sala del tribunal de Samui.
Ha trascendido que Daniel Sancho, rapado y encadenado de pies y manos, se declaró culpable sólo de ocultación del cadáver, lo que molestó al abogado de la acusación, Juan Ospina, que vio en ello ‘falta de arrepentimiento’.
El acusado, al que la ley tailandesa permite interrogar a los testigos, se ha quejado de que la traducción no ayuda a su defensa y, a veces, ha levantado la voz para replicar determinados testimonios. Uno muy importante tuvo lugar cuando declaró uno de los primeros policías de la investigación, que reconoció que los agentes engañaron al joven para que les contara todo.