Tania Llasera, enfadada: su respuesta a una dependienta que le dijo que se pusiera a dieta
La presentadora ha ido de compras y ha recibido un comentario sobre su físico por parte de una profesional

Tania Llasera responde a una dependienta que ha juzgado su físico.
Tania Llasera acaba de vivir un momento muy incómodo, y es que una dependienta le ha hecho un comentario fuera de lugar sobre su cuerpo. Por supuesto, ella no se ha quedado callada, tal y como ha relatado a sus seguidores.
Llasera ha empezado su relato con un "Bueno, tengo un cabreo... Es que si no lo digo, reviento", y es que después de una jornada de compras, en la que buscaba un traje para trabajar, ha recibido una opinión que no había pedido.
Tania Llasera se encara a una dependienta después de que opinara sobre su cuerpo

"Tengo una talla 46-48, sobre todo pantalón es lo que más me cuesta, aunque tengo también una espalda de jugadora de rugby", ha dicho, hablando sobre su forma de cuerpo. Confesando que había pasado ya por 7 tiendas diferentes para encontrar un traje para ella, ha contado el mal trago que le ha hecho pasar una persona que trabajaba en una de ellas.
"He tenido que aguantar que una dependienta me diga: 'Bueno, ya sabes lo que toca: ponerse a dieta'", ha dicho, dejando un silencio en el que su gesto expresaba perfectamente cómo se ha sentido. "He saltado contra ella como si fuera mi peor enemiga", ha relatado. "Yo no tengo por qué aguantar eso", ha afirmado.


Muchos seguidores la han animado a poner una reclamación, algo a lo que rehusa porque esa dependienta "podría perder su trabajo y no me apetece ser la razón por la que una señora pierda, por muy maleducada e impertinente que sea, su trabajo. Pero sí que le he dicho: "Yo no tengo por qué ponerme a dieta. Con este cuerpo en el que habito y con el que trabajo quiero un traje que me quepa".
Finalmente, después de entrar en otra conocida tienda, Tania Llasera se ha llevado lo que buscaba, y es que se ha acabado comprando dos trajes. Esta vez, ha agradecido al otro dependiente su profesionalidad y ha salido de la tienda cargada y con cara de satisfacción.