Ortega Cano sigue muy preocupado por su hijo José Fernando, tras enterarse de que la novia de éste, Michu, le convenció para que la dejara ingresar en el mismo centro, Proyecto Hombre de Salamanca, que el diestro estaba convencido de que iba a ser el definitivo para la curación del joven. Los expertos opinan que un toxicómano debe apartarse de cualquier persona tóxica y toda la familia está de acuerdo en que la presencia de Michu no puede hacerle ningún bien al joven.
José Fernando y Michu, ingresados en el mismo centro de desintoxicación
