Cada pequeño gesto cuenta para cuidar nuestro planeta. Es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros. Afortunadamente, cada vez hay más personas concienciadas con esta importantísima premisa y la joven que os presentamos es una de ellas.
Anna vive en San Petersburgo, Rusia, y es una auténtica «heroína verde». Regenta una tienda ecológica, la primera que vende productos sin embalar en su país. Además, gracias a su profesión de periodista, se dedica a dar visibilidad a actividades tan importantes como la separación de basura, el reciclaje, el intercambio de ropa…
«Me di cuenta de que la gente tenía mucha escasez de información correcta», asegura. Ella intenta remediarlo a través de su blog y de talleres en los que enseña a preparar cosméticos y detergentes naturales, entre otras muchas cosas. Practica la «Eco School» (Eco Escuela)
«Muchos de mis estudiantes se convierten en apasionados de la ecología», explica orgullosa. «Ellos también abren blogs y cada vez se interesa más y más gente. Mi vida tiene un objetivo: la gente me escribe y me dice que cambió su estilo de vida. Están más sanos y sus hijos ya no tienen problemas de salud».