El coche fúnebre con el ataúd de Julen y la corona de sus padres.
El pequeño Julen Roselló recibió sepultura el 28 de enero en el cementerio del barrio malagueño de El Palo. Su cuerpecito, que estuvo 13 días atrapado dentro de un angosto pozo de prospección ilegal en una finca de Totalán (Málaga), descansará ya para siempre junto al de su hermanito, Oliver, mientras que sus padres tendrán que aprender a vivir con el dolor infinito de dos pérdidas tan terribles como irreparables.
Concluido el impresionante operativo técnico y humano que se puso en marcha para encontrar al niño desde el momento en que Julen cayó al pozo, el pasado domingo 13, ahora la investigación tendrá que resolver un suceso trágico que presenta todavía muchas incógnitas.
Asimismo, según explica «La Opinión de Málaga», el Ayuntamiento de Totalán, pretende convertir la zonacero del Cerro de la Corona, donde murió el pequeño, en un recinto museístico de homenaje a Julen y a todos los implicados en su rescate.