Tamara Gorro: todo sobre su negocio de alquiler de yates de lujo
La influencer y empresaria ha convertido su pasión por el mar en un rentable modelo de negocio en Ibiza gracias al yate "Gogga", una embarcación de lujo que se alquila durante toda la temporada estival
Tamara Gorro.
Tamara Gorro, con más de dos millones de seguidores en redes sociales, ha encontrado en el mar no solo un refugio, sino una fuente estable de ingresos. En lugar de tener un yate como simple capricho de lujo, la presentadora y empresaria decidió transformar su embarcación, el Gogga, en una inversión inteligente.
El barco de Tamra Gorro.
Alquiler de yates: el negocio más glamuroso de Tamara Gorro
“Yo no quería un barco para capricho. Lo compré como modelo de negocio para rentabilizar los meses de menos trabajo en televisión”, explica Tamara a 'La Razón'.
El barco se alquila desde Semana Santa hasta octubre en las aguas cristalinas de Ibiza y Formentera. Su gestión la lleva una empresa especializada, pero Gorro se involucra de forma activa, asegurándose de que todo esté impecable para cada cliente.
El yate Gogga: lujo, confort y experiencia en el mar
El Gogga es una embarcación De Antonio D34 de once metros de eslora, equipada con todo tipo de comodidades para disfrutar de un día perfecto en el mar. Con capacidad para once personas, incluye una cabina, un baño con ducha, aire acondicionado, una nevera, zonas de solárium y sombra con mobiliario exterior, y equipamiento para actividades acuáticas como paddle surf o snorkel. El diseño de la embarcación destaca por su estilo elegante y moderno, ideal tanto para relajarse como para quienes buscan una experiencia de navegación más activa.
Zona de solárium en la proa.
La experiencia incluye patrón profesional, seguro, amarre en puerto base, toallas y bebida de cortesía. El servicio de alquiler es diario, con salidas flexibles y una duración de ocho horas. El combustible no está incluido en el precio, al igual que algunos servicios opcionales como catering a bordo o transporte hasta la embarcación. La política de cancelación es clara y el depósito exigido es de 350 euros. Todo está pensado para garantizar una experiencia exclusiva, sin sorpresas.
Zonas con sombra y otra zona para tomar el sol en la popa.
La importancia de la atención personalizada
Tamara Gorro tiene muy clara la clave del éxito: el boca a boca. Aunque delega la operativa técnica, mantiene una atención directa con los clientes, especialmente con aquellos que buscan privacidad. “Alquilo mi barco a gente muy conocida que quiere evitar a la prensa. Por eso, hay que cuidarlos. Esta es la mejor publicidad del mundo”, explica. Su implicación, su conocimiento del entorno digital y su conexión con Ibiza han hecho de este negocio un éxito.
El negocio es todo un éxito.
Expansión del negocio: una idea que no está en el horizonte
A pesar de los buenos resultados, Tamara no tiene intención de ampliar su flota. Para ella, el Gogga es una inversión de temporada, y así quiere que siga siendo. “Los barcos tienen fecha de caducidad. Si se alquilan mucho, hay que venderlos antes de que pierdan valor. Hay que ser inteligente: lo explotas, lo rentabilizas y lo cambias cuando toca”, comenta. Su mirada está puesta en proteger su patrimonio y en mantener la rentabilidad sin complicarse en exceso.
Una inversión que también se disfruta en familia
Tamara Gorro con sus hijos en el Gogga.
Aunque se trata de un negocio, Tamara también encuentra tiempo para disfrutar del Gogga con sus hijos, Shaila y Antonio. Eso sí, solo cuando el barco no está alquilado. “Yo no quiero que mis hijos crean que tenemos un barco. Hay un barco, sí, pero es un negocio. Si un día queda libre, lo aprovechamos. Pero no es algo constante”, afirma. Así, consigue que la embarcación no solo sea fuente de ingresos, sino también una oportunidad de crear recuerdos familiares especiales.
Si quieres navegar a bordo del Gogga, solo necesitas desplazarte hasta Ibiza y prepararte para desembolsar hasta 1.200 euros por día, dependiendo de la temporada y los servicios adicionales contratados. Porque sí, el lujo se paga… pero la experiencia de surcar las aguas cristalinas de la isla en una embarcación como esta bien lo merece.
