Pronto
Cerrar

Conducir sin brazos ni piernas: una autoescuela vasca lo hace posible

Descubre la historia de superación de Naiara Arteaga, quien, sin brazos ni piernas, ha logrado el carné de conducir gracias a la autoescuela Irrintzi de Basauri, pionera en adaptar vehículos para discapacidades severas

¿Se puede conducir sin brazos y sin piernas? Aunque, de entrada, parezca imposible, no lo es. Naiara Arteaga lo hace. Esta guipuzcoana de 41 años (que reside en Lanzarote desde hace 23) nació con una malformación congénita que le provocó no tener brazos y solamente una pierna, aunque le falta el peroné. A pesar de estas dificultades, Naiara logró sacarse el carné de conducir el pasado 26 de noviembre. Lo hizo en la autoescuela Irrintzi de Basauri (Vizcaya), la única en España dedicada a ofrecer formación a personas con discapacidades severas que quieren conducir.

La intención de Naiara es comprarse un coche para viajar. El problema es que necesita 65.000 euros para conseguir uno adaptado, que incorpore joystick, sistema de control de voz, anclajes para la silla de ruedas en la que se desplaza y otros elementos que hagan segura y posible su conducción. Para ello, ha puesto en marcha una campaña de crowdfunding a través de su Instagram @yoquieroyopuedonai. Ella misma nos lo cuenta en esta entrevista.

"He recibido muchos feos, miradas..."

PRONTO: ¡Enhorabuena por el carné! Cuéntame por qué decidiste sacártelo.

NAIARA ARTEAGA: Me encanta viajar, es una de mis pasiones. Sigo a mucha gente en Instagram que lo hace y, ahora que no tengo pareja, me apetecía hacer algún viaje sola por España. Por eso decidí sacarme el carnet, contacté con autoescuelas Irrintzi y me lo pusieron muy fácil.

P.: Imagino que has tenido que superar muchas barreras a lo largo de tu vida.

N.A.: Sí, y no sólo arquitectónicas, sobre todo, sociales. Con los años, he aprendido a pasar de muchas cosas y a sacarle una sonrisa a las situaciones. He recibido muchos feos, miradas... Aunque creo que la situación ha cambiado con los años.

P.: Volviendo al carné. ¿Qué ha sido lo más difícil para conseguirlo?

N.A.: El teórico me lo saqué a la segunda, e hice unas 40 prácticas. En total, me lo he sacado en 3 o 4 meses. ¿Lo peor? Las idas y venidas a diario que tenía que hacer mi padre, que vive a una hora en coche de la autoescuela. He descubierto que me gusta conducir, ya lo he hecho por distintos terrenos, y me da sensación de independencia total.

P.: Por eso quieres tener tu propio coche.

N.A.: Sí, y en ello estoy, llevando a cabo actos solidarios, como un brunch, y con una campaña para recaudar dinero y poder costeármelo.

“Voy a publicar un libro contando mi historia”

P.: Eres una mujer de retos. ¿Qué otros tienes entre manos?

N.A.: Voy a empezar segundo de Psicología, soy coach motivacional y doy charlas en institutos y colegios. Aunque, ahora mismo, mi principal reto es publicar mi libro.

P.: Háblame de él.

N.A.: Trata de mi cambio de actitud hacia la vida. Antes vivía en un segundo plano. En 2020 terminé mi última relación de pareja y, en 2022, me fui sola a Argentina con muchos miedos, pero fue un antes y un después para mí. Hice muchos amigos y ese viaje me hizo ver que era capaz de muchas cosas, y ahora me quiero y me valoro. A partir de ahí, decidí plasmar en papel todas mis experiencias para poder ayudar a todas aquellas personas que no estén bien. Espero terminarlo este verano y poder publicarlo después. Este libro también es en honor a mi madre, que murió en 2015.

P.: Con el verano a la vuelta de la esquina, seguro que tienes un montón de planes.

N.A.: Sí, lo tengo completo. En julio haré el Camino de Santiago, por tercera vez, con una asociación de Vigo. Luego me voy a mi pueblo, a las fiestas y a ver a mi padre, y, después, a Mallorca, a visitar a una amiga.

Una agenda llena de retos y entusiasmo para esta vasca tan vital y enérgica, que ha cumplido su sueño gracias a su constancia y a personas como Iratxe Andrés, directora de autoescuelas Irrintzi, que llevan más de 40 años dedicados a que personas con grandes discapacidades puedan conducir. Una labor que les ha valido varios reconocimientos, entre ellos, el Premio ON Bizkaia al proyecto de emprendimiento e innovación social.

PRONTO: Lleváis más de cuatro décadas siendo un referente en formación vial para personas con discapacidad severa.

IRATXE ANDRÉS: Sí. En 2008 se produjo un cambio importante. En aquel momento, teníamos varios alumnos con los que no podíamos continuar adelante con las adaptaciones mecánicas que existían en España. Empezamos a indagar y vimos que, en Alemania, había un sistema que permitía que las personas con discapacidad severa pudieran conducir.

P.: Entonces, ¿decidisteis implantarlo aquí?

I.A.: Sí, aunque no fue fácil lograr la homologación. Compramos un vehículo, instalamos el sistema y logramos homologar la conducción con joystick en España para poder obtener permisos de conducción para grandes discapacidades. Cada caso es un reto, ya que tenemos alumnos sin brazos ni piernas, con tetraplejias, artrogriposis, distrofias musculares, atrofias, enanismo, espina bífida...

"Lo más difícil es hacer un traje a medida"

Cada coche se adapta a las necesidades específicas de los alumnos.

P.: Cuéntame qué es lo más difícil.

I.A.: El programa tiene que ser personalizado, igual que la adecuación de las clases. Lo más difícil es hacer un traje a medida, ya que una diferencia de un centímetro condiciona poder conducir o no. Ahí entramos nosotros como autoescuela y con nuestro taller de adaptación y venta de vehículos adaptados. Al final, lo importante es poder demostrar una total seguridad y manejo de un vehículo por cualquier vía pública.

P.: ¿Y lo más sorprendente?

I.A.: Hemos tenido todo tipo de casos. Cuando vemos a una persona, nos fijamos en qué tiene funcional para empezar a trabajar. Por ejemplo, Naiara solamente tiene un bracito que le sobresale 20 centímetros y acaba en punta. Hace muchos años, me impactó un alumno a quien, por una meningitis, le amputaron los cuatro miembros. Él se iba montando las prótesis de piernas y brazos para conducir y hoy en día da clases de formación vial.

P.: Imagino que tenéis perfiles muy distintos.

I.A.: Sí, alumnos que vienen de toda España, tanto hombres como mujeres, de entre 20 y 50 años. Cada uno supone un reto, que vamos logrando. Nuestro objetivo es no poner peros ni pegas, aun habiéndolos, para facilitar la vida a estas personas y darles autonomía e independencia.