Pablo Carbonell ha declarado que lo mejor de su vida, sin duda, es su hija, Mafalda, «una niña increíble y muy madura» a sus 8 años.
La vida de Pablo Carbonell está llena de luces y sombras. Un pasado marcado por las adicciones, un matrimonio fracasado y un presente en el que su pareja, María Arellano, y su hija, Mafalda, le han devuelto la estabilidad perdida. Acaban de implantarle una prótesis de rodilla y en julio llevará al teatro «El mundo de la tarántula», una trama autobiográfica en la que desnuda sus sentimientos. Pablo y su hija nos reciben en su casa madrileña en una distendida charla en la que el actor nos abre su corazón.