Jered Chinnock ha conseguido caminar gracias a unos electrodos.
Es una gran noticia para los lesionados medulares. Dos ensayos clínicos desarrollados en EEUU han conseguido que los músculos de las piernas de tres pacientes se muevan con impulsos eléctricos externos.
El más exitoso, llevado a cabo en la Clínica Mayo, ha logrado que un joven recupere la capacidad de dar pasos, sin ayuda, sobre una cinta de correr y camine sobre el suelo, pero con asistencia de un fisioterapeuta para mantener el equilibrio y de un espejo para saber dónde coloca las piernas ya que no las siente.
La «magia» procede de una red de electrodos que le fue implantada en la médula espinal, por debajo de la lesión que lo dejó parapléjico, y que se activa externamente para que genere unos impulsos eléctricos que imitan las señales que el cerebro envía a los músculos para que ejecuten los movimientos. La técnica aún está en pañales, pero abre una puerta de esperanza impresionante.
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