Anabel Pantoja causa polémica tras confesar que le revisa el móvil a su novio, David Rodríguez
La sobrina de Isabel Pantoja ha roto su silencio y ha hablado sin filtros de su vida, su pareja y los duros meses que ha vivido tras el ingreso hospitalario de su hija, Alma
Anabel Pantoja y su novio, David Rodríguez.
Después de una larga temporada alejada del foco mediático, Anabel Pantoja ha vuelto a hablar públicamente y lo ha hecho más sincera que nunca. La sobrina de la tonadillera se abrió en canal en el pódcast ‘Ac2ality’, donde recordó los duros momentos que vivió tras el ingreso hospitalario de su hija Alma y confesó que, si pudiera elegir, habría preferido llevar una vida lejos de la fama y del ruido mediático.
Anabel Pantoja confiesa haber mirado el móvil de su pareja, David Rodríguez
Aunque durante la entrevista abordó algunos de los capítulos más difíciles de su vida, Anabel Pantoja también habló de su relación con David Rodríguez, a quien definió como su mayor apoyo en esta complicada etapa. Sin embargo, la influencer sorprendió al ir un paso más allá y tocar un tema… También delicado: la confianza en pareja.
La sobrina de Isabel Pantoja reconoció que alguna vez había sentido tentación por el teléfono de su novio y, efectivamente, cayó en ella: “Yo le he cogido el móvil a David”, admitió, aunque enseguida aclaró que solo lo ha hecho “cuando ha visto una actitud sospechosa”.
David Rodríguez y Anabel Pantoja estarían viviendo tensiones en su nueva vida en Madrid.
La colaboradora explicó que, aunque sabe que no está bien, hay pequeños gestos que pueden despertar inseguridades: “Me sabía su código, pero un día, al pedírselo para hacernos una foto, tuvo que ponerlo él delante, como si lo hubiera cambiado”.
Aun así, Anabel fue honesta al reconocer que revisar el móvil de la pareja nunca trae nada bueno: “Está mal, porque al final acaba como una película de thriller. Encuentras algo que no te gusta, porque yo lo he encontrado. He encontrado cualquier tontería y…”. Finalmente, aseguró que todo se aclaró con David y que, en realidad, se trató de un simple malentendido: “Me lo acabó aclarando y me llevé un disgusto totalmente innecesario”.