
Chenoa y Javier, muy sonrientes en el balcón.
Todos aquellos que han pasado por una mudanza saben perfectamente que el ajetreo que conlleva te deja pocas ganas de sonreír. Al menos, claro está, que tengas a tu lado a la persona que despierta lo mejor de ti, como ha sido el caso de Chenoa. A juzgar por las imágenes, para la cantante la presencia de Javier Arpa fue un bálsamo que le hizo olvidar los nervios y la llenó de ganas de bromear.
El músico y exnovio de Chenoa la estuvo ayudando en su mudanza al nuevo piso de Majadahonda que la colaboradora de «Zapeando» se compró a principios de este año y que ha reformado en los últimos meses. Desde el balcón del domicilio, la cantante y su inseparable amigo fueron vigilando los diferentes viajes de los operarios.
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