De Augusto, de 35 años, se siente ilusionado
La vida del ingeniero aeronáutico José Luis de Augusto cambió radicalmente en el 2015, cuando al avión en el que viajaba con cinco compañeros le fallaron tres de los cuatro motores. La desgracia quiso que chocasen con un tendido eléctrico mientras intentaban tomar tierra, lo que incendió la aeronave casi al instante. De Augusto sufrió una lesión medular que le dejó postrado en una silla de ruedas. Tras una durísima rehabilitación, conoció a Paolo, un piloto parapléjico italiano que, en el 2017, le dejó su avión adaptado para que volviese a volar.
Ahora, tras conseguir el permiso de Aviación Civil para convertirse en el primer piloto parapléjico de España, su objetivo es crear la primera escuela de vuelo a motor de nuestro país para personas con discapacidad que, además, será sin ánimo de lucro.
