La Fundación Rafa Nadal apoya la integración a través de citas deportivas como los «Special Olympics».
Sigue siendo uno de los mejores tenistas del mundo, pero Rafa Nadal sabe que un día su vida sobre las pistas terminará y que tendrá que comenzar una nueva. Por eso, el mallorquín, además de disfrutar de su tiempo libre conduciendo uno de sus cochazos, pescando en su nuevo yate o jugando al golf, dedica parte de su tiempo a su fundación para niños en situación desamparada y a otra actividad muchísimo más desconocida pero que le garantizará su futuro: la de inversor. Por ahora, Nadal ha invertido en tres hoteles de lujo (dos en México y uno en Mallorca) y en un restaurante que, en sólo un año, se ha convertido en uno de los más «in» de todo Madrid. La revista PRONTO tiene toda la información.