Su hermana estaba tan convencida de que se recuperaría que ya ha comenzado a escribirle nuevas canciones.
A principios de septiembre, el discreto y frágil Salvador Sobral anunció que necesitaba «entregar su cuerpo a la ciencia». El ganador de la última edición de Eurovisión, de 27 años, sufría una insuficiencia cardíaca de nacimiento que le tenía al borde de la muerte. Afortunadamente, y casi en tiempo de descuento, le han trasplantado un nuevo corazón con el que los médicos esperan que vuelva a tener una vida completamente normal.