La dura historia del fútbol femenino: de humilladas a admiradas
El pasado 23 de mayo se celebró el Día Internacional del Fútbol Femenino. Te contamos la historia de nuestras futbolistas patrias
Las ganadoras del mundial de 2023.
Con motivo del Día Internacional del Fútbol Femenino, repasamos los cambios que ha habido en este deporte en España, donde hasta hace muy poco las futbolistas eran ninguneadas sistemáticamente.
Del primer partido casi sin público en 1914 al récord de asistencia del 2022
El Spanish Girl’s Club, que protagonizó el primer partido femenino en 1914.
El 9 de junio de 1914 se disputó en el estadio del RCD Español, en Barcelona, el primer "match" de fútbol femenino, protagonizado por el Spanish Girl’s Club.
Este evento, organizado por el exjugador Paco Bru, se saldó con un déficit de 155,23 pesetas por la falta de espectadores. 88 años después, en la misma ciudad, se batió el récord de público en un partido femenino entre clubs cuando, el 22 de abril de 2022, el Nou Camp se llenó con 91.648 personas para ver el Barça-Wolfsburg de la Champions League.
De "el fútbol no es para mujeres" a ganar balones de oro
De ‘Las Ibéricas’ a la selección. 12 años después del estreno de ese filme, creado para ridiculizar el fútbol femenino, la selección debutó en La Guardia (Pontevedra) contra Portugal.
En 1926 el doctor Gregorio Marañón, médico de Alfonso XIII, sostenía que "el deporte enfermaba la feminidad de las mujeres". Tras la Guerra Civil, durante el franquismo, la oposición del régimen a que la mujer jugara a fútbol o hiciese cualquier cosa aparte de ser "el ángel del hogar", fue una obsesión.
Desde la Sección Femenina opinaban que el fútbol "no era deporte para la mujer", aludiendo a la idea absurda de que el fútbol podía tener consecuencias fatales en su organismo y muy peligrosas para la maternidad.
En aquella época, justo cuando el balompié femenino empezaba a organizarse, se rodó una película para desprestigiar este deporte. Se trata de 'Las Ibéricas', que ridiculizaba el fútbol femenino, estaba llena de prejuicios e incluía todas las formas posibles de machismo, hasta la violencia de género.
Primer partido oficial selección 1983
Menos mal que las pioneras no hicieron caso a la propaganda y continuaron dándole al balón. Esa lucha dio sus frutos y hoy, en España, tenemos tres balones de oro femeninos: dos de Alexia Putellas y el que ganó Aitana Bonmatí el año pasado.
De prohibirles ir al mundial de 1971 a ganar el de 2023
Banderín del mundial de México 1971, al que prohibieron ir a la selección.
En 1971 la selección femenina –formada con la ayuda de Rafael Muga– fue invitada a jugar el mundial de México. Pero eso no ocurrió. Entre otras cosas, porque la federación se negó. "No estoy en contra del fútbol femenino, pero no lo veo muy femenino desde el punto de vista estético. La mujer en camiseta y pantalón no está muy favorecida", opinaba su presidente, José Luis Pérez-Payá.
52 años después de esa negativa, en agosto de 2023, La Roja conquistó su primer Mundial, el de Australia, tras ganar a Inglaterra con un gol de Olga Carmona.
De no llevar el escudo de la selección a tener 108.000 federadas
Diario 'Pueblo', de noviembre de 1970, con la opinión del franquismo sobre el balompié y la mujer.
Hasta 1980 la federación no dijo "sí" al fútbol femenino. Lo hizo a regañadientes y, de hecho, no se jugó el primer partido oficial hasta tres años más tarde.
Eso sí, entonces, a las jugadoras se les dejó lucir el escudo en la camiseta. Y es que en las equipaciones también se notan los cambios. No hay que olvidar que hasta el Mundial de Canadá en 2015 no se personalizaron las de las mujeres.
"Antes jugábamos con las equipaciones grandes, las masculinas; no teníamos el nombre porque no era nuestra camiseta", recuerda Vero Boquete, una de las históricas de la selección.
Y otro dato significativo acerca del auge de este deporte es que en 2015, en España, había 29.279 fichas de futbolistas, y en 2023, la cifra ya era de 107.853.
De jugar sin cotizar a ser profesionales
Derribando barreras. Conchi Amancio fue, en los 70, la primera jugadora profesional.
Si nos remontamos a los años 70, el testimonio de Concepción Sánchez Freire, más conocida como Conchi Amancio, es revelador: "He sido futbolista durante 23 años y no he podido cotizarlos".
Aunque en 1980, la federación reconoció el fútbol femenino, se tardó 41 años en aprobar su profesionalización. En la actualidad, aunque las futbolistas tienen un convenio colectivo, duele ver que la brecha salarial entre mujeres y hombres en el fútbol es abismal: ellos tienen unas ganancias medias de 190.000 euros anuales, frente a los 22.500 de ellas.
De Conchi Amancio a Alexia Putellas
Alexia, Carmona y Aitana, sus herederas. "Nosotras no hemos construido nada desde cero", asegura Putellas, refiriéndose a las precursoras.
La selección de los años 70, que era clandestina, rompió moldes. Sus estrellas eran la portera Carmen Arce, llamada 'Kubalita', y su capitana, Conchi Amancio, que jugó en clubs de Italia e Inglaterra y a quien llamaban por su apellido, por el jugador del Deportivo y el Real Madrid.
Las dos recuerdan cómo lucharon por poder jugar a fútbol a pesar del "ambiente machista del final del franquismo" y los gritos de "¡vete a fregar!", "marimacho" o "¡que te pague tu marido!", que escuchaban en las gradas cuando jugaban.
Al crearse la Liga Nacional Femenina en 1988, el crecimiento del fútbol femenino entró en una nueva etapa y, hoy, en la lista de las 50 mejores jugadoras del mundo hay nada menos que nueve españolas, entre ellas Alexia Putellas, Aitana Bonmatí, Olga Carmona, Mariona Caldentey e Irene Paredes.
De ser menospreciadas, al #SeAcabó
Jenni Hermoso
Hasta la llegada de Montse Tomé como seleccionadora hubo tres hombres a cargo del equipo: Teodoro Nieto, Ignacio Quereda y Jorge Vilda.
El primero no había visto un partido de fútbol femenino en su vida. El segundo, Quereda, estuvo 27 años, de 1988 a 2015, sin saber nada de fútbol femenino, hasta que las jugadoras dijeron basta tras el Mundial de Canadá. Aparte de los malos resultados, fueron años de abusos de autoridad, comportamientos vejatorios, homofobia y humillaciones contra las jugadoras.
Ahí están los pellizcos en el culo que Quereda le dio a una jugadora mientras le preguntaba si sabía cómo fecundaban los gallos a las gallinas, o comentarios como "a ver si te cuidas, que estás gorda" o "tú lo que necesitas es un macho", entre otras lindezas. El último, Jorge Vilda, con episodios de control excesivo y falta de profesionalidad, fue destituido en 2023, tras la victoria en el Mundial.
Después de ese hito, el beso sin consentimiento de Rubiales a Jenni Hermoso desencadenó el movimiento #SeAcabó, respuesta a la desigualdad de género en el fútbol español, a la falta de apoyo, recursos y reconocimiento, que las jugadores llevaban años denunciando. Todo empezó tras este mensaje de Alexia en sus redes: "Esto es inaceptable. Se acabó. Contigo compañera, Jenni Hermoso".
De jugar a escondidas a ser ídolas
Sofía celebrando junto a su madre la victoria de La Roja en el mundial de fútbol femenino.
Aunque aún hay quien cree que el fútbol es sólo para hombres, la lucha de las pioneras que desafiaron a una sociedad pazguata y represora, la profesionalización y el #SeAcabó han hecho que este deporte sea más igualitario y haya nuevos referentes.
Olga Carmona, Jenni, Abelleira, Alexia, Mapi... no sólo juegan bien y son imagen de marcas; también promueven el fútbol femenino como catalizador de grandes cambios y apuestan por valores como el esfuerzo y el respeto, que inspiran y empoderan a las generaciones que vienen.
"Las niñas ya no miran a ídolos masculinos porque nos tienen a nosotras como ejemplo. Cuando me vean jugar, quiero que sientan que pueden llegar a donde quieran", dice Hermoso.