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Un millonario, padre de tres hijos, descubre que siempre ha sido estéril

Richard y sus hijos cuando formaban una familia feliz

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Enamorado y con la ilusión de convertirse en padre pronto, Richard Mason se casó con Kate a principios de los 90. Poco después, la familia Mason empezó a crecer. Hace 23 años vino al mundo Willem y, cuatro años más tarde, los gemelos Ed y Joel. 

Desafortunadamente, la felicidad del matrimonio se fue resquebrajando y en el 2008 decidieron poner fin a su relación. El proceso de divorcio fue muy duro para sus hijos, que vivieron muy de cerca las disputas entre sus padres, principalmente por el dinero.

 

Willem y Ed se posicionaron del lado de su madre y dejaron de ver a su padre; mientras que Joel continuó manteniendo el contacto con él, aunque sólo por teléfono.

 

Pero el asunto se complicó todavía más en el 2016, cuando los médicos le comunicaron a este millonario británico que sufría fibrosis quística, que había sido estéril desde que nació.

 

Tras recibir la noticia, Richard Mason se quedó en «shock». «De repente, ya no sabes qué es real y qué no, fue como si hubiese estado viviendo en Matrix. Todo lo que daba por cierto no lo era», ha explicado.

 

Cuando el empresario le pidió a su exmujer que le dijese quién era el padre de los niños, ella se negó, por lo que decidió denunciarla. Un juez ha condenado a Kate a pagarle 275.000 euros por fraude, una suma que puede asumir, ya que se llevó 4,5 millones en el acuerdo de divorcio.

 

Richard, que sospecha que el padre de los chicos es un compañero de trabajo de Kate con el que ella admitió haber tenido una aventura, ha decidido hacer pública su historia para recuperar a sus hijos, a pesar de saber que no es su padre biológico.