Luis Font, de 'Locomía', vive en México con una familia de acogida: "Toqué fondo viviendo en el aeropuerto"

Luis Font ha sido uno de los rostros más icónicos del grupo Locomía en los años 80, pero su historia no ha tenido el final feliz que muchos imaginarían. El artista ha reaparecido en televisión para relatar el duro camino que ha recorrido en los últimos años, marcados por la precariedad, la exclusión y el olvido.

En 'Y ahora Sonsoles', ha confesado: “No he cobrado ningún royalty de nada y de la película, gané 700 euros porque si no firmaba eso, borraban mi nombre”.

Luis Font ha contado en esta segunda entrevista en 'Y ahora Sonoles' que ha tocado fondo. “En diciembre vivía en el aeropuerto. No tenía fuerzas ni ganas de seguir adelante”, ha revelado, recordando el momento más delicado de su vida. Antes, ya había dormido en parques de Vallecas tras una operación de rodilla. Fue entonces cuando conoció, a través de las redes, a una familia mexicana que terminaría cambiando su destino. “Es una familia muy humilde, pero con un corazón enorme”, ha dicho, emocionado hasta las lágrimas.

Font ha explicado que se ha mudado a México y que ha comenzado una nueva vida gracias al apoyo de esta familia. “Me encuentro muy bien. Ha sido un camino difícil, pero estoy muy ilusionado con la familia mexicana que me ha acogido”, ha contado. Allí ha conseguido un permiso de trabajo, ha organizado una pequeña gira y ha lanzado un proyecto personal llamado Locochef, donde une cocina y creatividad. “Tengo un amor tan grande. Brota mi imaginación, me falta presupuesto, pero tengo mi esencia”, ha confesado con esperanza.

En cuanto a su familia de origen, el cantante ha reconocido que la relación está rota, especialmente con su hermano Javier Font, también miembro original de Locomía: “Estaba desmembrada. Al final, uno tiene que asumir que en un árbol genealógico también hay que podar para seguir avanzando”. Durante la entrevista, Luis también ha admitido sus propios errores: “He sido un gran imperfecto, pero con un corazón enorme. Me he equivocado muchísimo. No le echo la culpa a nadie”.

A pesar de las dificultades, Luis Font ha dejado claro que no quiere compasión, sino oportunidades. “No soy un juguete roto. Soy una persona que han utilizado, que han manipulado y que han robado, pero que me veo al espejo y me reconozco”, ha afirmado.