El valiente testimonio de Sandra Golpe sobre una agresión sexual: “Durante un mes me acompañaron al trabajo”
La periodista ha compartido por primera vez en televisión el duro episodio que vivió, con el deseo de que su testimonio pueda ayudar a otras mujeres
Sandra Golpe se sincera sobre un capítulo muy amargo de su vida en 'Y ahora Sonsoles'.
Sandra Golpe ha protagonizado uno de los momentos más conmovedores y valientes de la televisión este lunes 7 de julio. La periodista de Antena 3 Noticias ha visitado 'Y ahora Sonsoles', donde ha abierto por primera vez al público una de las experiencias más duras de su vida. Con serenidad y honestidad, ha relatado en directo el episodio de violencia sexual que vivió en el pasado.
La entrevista ha sido un espacio de conversación íntimo en el que la presentadora de Informativos ha compartido con detalle cómo ocurrió aquella agresión y las secuelas emocionales que le dejó. Ha sido un testimonio que no ha dejado indiferente a nadie en plató ni a la audiencia.
Sandra Golpe: "Me tiró al suelo, me ató, me puso un cuchillo y me agredió"
“Cuando salía de redacción llegué a mi portal, cerré la puerta, pero al parecer lo hice mal porque entró un hombre. Me tiró al suelo, me ató, me puso un cuchillo y me agredió. Me salvó un ruido. Cortó con lo que me había atado y pude subir a mi piso”, ha contado la periodista, visiblemente afectada pero entera.
Sandra Golpe en 'Y ahora Sonsoles'
A pesar de lo ocurrido, Sandra Golpe ha revelado que al día siguiente acudió a su trabajo como de costumbre. “Podía haberme cogido una baja por depresión, pero fui al trabajo. Pedí un cambio de turno a una persona y no me lo dio”, ha relatado. Sobre aquel momento, ha reconocido: “Tuve que seguir trabajando”.
“No me da vergüenza" ha confesado ante Sonsoles Ónega. "Luego analizaba lo que llevaba puesto y mi apariencia, algo que es absurdo”, ha explicado. Y ha añadido: “Ya pasó. No me pasó nada y ahora estoy contenta”. Un testimonio valiente que, como dijo Sonsoles al cierre, puede ayudar a muchas mujeres que aún no pueden contar lo que han vivido.