
- Ingredientes
- 1 papaya
- 1/2 piña
- 1 bandejita de arándanos
- 2 cucharadas de copos de avena integrales
- unas hojas de menta
- Para la salsa:
- 1 yogur griego
- 50 g de nata líquida para montar
- 20 g de miel
- 1/2 cucharadita de granos de pimienta rosa
Tiempo Total15 minutos
Preparación15 minutos
Coste € € €
Dificultad
Primer plato Tipo de plato
No apta para veganos Intolerancia
4 Porciones
Pasos
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01.
Bate la nata con las varillas eléctricas hasta montarla. Dispón el yogur en un bol, añade la miel y los granos de pimienta rosa ligeramente machacados y remueve enérgicamente para integrar todos los ingredientes. Incorpora la nata montada y remueve con suavidad para evitar desmontarla demasiado. Tapa el bol con film transparente y reserva la salsa en la nevera hasta el momento de servir.
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02.
Pela la papaya y corta la pulpa en dados o en bolitas con la ayuda de una cucharilla vaciadora. Pela también la piña, córtala en rodajas y retira el corazón más duro con ayuda de un cuchillo. Luego, córtala en dados.
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03.
Distribuye las dos frutas preparadas y los arándanos en 4 platos o boles individuales. Añade la salsa y espolvorea por encima los copos de avena. Decora con unas hojitas de menta y sirve enseguida.
El truco de Pronto
Esta fruta exótica es el elixir de la eterna juventud. Aporta más vitamina C que la naranja y más carotenos de potente acción «antiaging» que el melocotón. Gracias a este singular ADN dietético, la papaya borra los signos de fatiga del rostro: ilumina la piel, unifica y aviva el tono, combate las bolsas, etc. Esta auténtica inyección de belleza te ayudará a conseguir un efecto buena cara inmediato cuando te falten horas de sueño y el cansancio deje huella en tu piel. Comer papaya no sólo te embellece por fuera. Gracias a su riqueza en licopeno y en betacarotenos, protege frente a los rayos solares, con lo que reduce el riesgo de sufrir un cáncer de piel.