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Infecciones alimentarias: las medidas que puedes tomar para protegerte

En verano se produce un aumento de estos trastornos. Pero el 50% de éstos puede prevenirse mediante la correcta manipulación y conservación de los alimentos

Cocinar y conservar los alimentos tiene su ciencia. Hay que conservar y manipular correctamente las preparaciones para evitar intoxicaciones alimentarias.

Cocinar y conservar los alimentos tiene su ciencia. Hay que conservar y manipular correctamente las preparaciones para evitar intoxicaciones alimentarias.

G.G

Las intoxicaciones alimentarias son enfermedades producidas por la ingestión de un alimento que no está en buenas condiciones o que está contaminado por hongos, virus, bacterias o parásitos.

El calor y la humedad favorecen el desarrollo de estos microrganismos y, por ello, estos trastornos son frecuentes en esta época del año. Los síntomas, que varían de intensidad y duración según el origen, suelen ser diarrea, dolor abdominal, náuseas y vómitos. A veces también hay fiebre.

Estas son las más frecuentes

Conoce las causas de las intoxicaciones alimentarias y las bacterias más habituales que las provocan.

1. "Campylobacter". Es la responsable del 67% de estos trastornos. Vive en los intestinos de los animales. Las principales fuentes de contaminación son la ingesta de carne cruda o poco cocinada, de ave, ternera o cerdo, el agua contaminada o tomar leche no pasteurizada. Los síntomas son diarrea, vómitos, dolor de cabeza y a veces fiebre que duran entre tres y seis días.

2. Salmonelosis. Corresponde al 27% de casos de intoxicaciones. La bacteria "salmonella" está presente, sobre todo, en los huevos, la carne de pollo o de pavo y en la leche. También puede trasmitirse a través de hortalizas contaminadas o al compartir baño con alguien infectado. Los síntomas (diarrea, vómitos, dolor abdominal y fiebre) aparecen entre las 8 y 48 horas tras la ingestión del alimento contaminado por la bacteria y duran entre dos y siete días. Puede ser grave en niños, embarazadas, personas mayores o con las defensas bajas.

3. "Escherichia coli" (E. coli). Origina un 3% de intoxicaciones alimentarias y produce dolor abdominal, diarrea, vómitos y fiebre cuando se toman alimentos crudos contaminados con esta bacteria en la mayoría de los casos agua (también cubitos de hielo) sin tratar. Es la causa más frecuente de la diarrea del viajero.

Vacaciones sin diarrea. Si vas de viaje, toma sólo agua embotellada y que esté sin abrir. Evita la de fuentes y ríos, los alimentos crudos y, si comes fruta, que se pueda pelar.

Vacaciones sin diarrea. Si vas de viaje, toma sólo agua embotellada y que esté sin abrir. Evita la de fuentes y ríos, los alimentos crudos y, si comes fruta, que se pueda pelar.

Listerioris. Está causada por la "Listeria monocyogenes", una bacteria que se encuentra en el suelo, las heces de los animales o el agua contaminada. Los síntomas aparecen aproximadamente a las 14 horas de haber tomado un alimento contaminado (habitualmente quesos frescos, leche no pasteurizada, vegetales mal lavados, patés o pescados crudos). También puede ser más peligrosa para las embarazadas, personas mayores y quienes tienen el sistema inmunitario bajo.

"Staphylococcus". Esta bacteria es muy resistente y difícil de eliminar si el alimento la contiene. Los síntomas se manifiestan enseguida tras la ingesta de la comida contaminada con náuseas, vómitos y diarrea, que suelen durar entre uno y dos días. Los alimentos que la trasmiten con más frecuencia son las carnes, pescados, frutas y verduras, si se toman crudos. Pero también puede estar presente en embutidos, lácteos y conservas de pescado.

Anisakis. Este parásito de unos 30 milímetros de largo pasa al cuerpo al ingerir pescados y cefalópodos (sepia, calamares, pulpo...) en los que vive. La anisakiasis ha aumentado en los últimos años en nuestro país, donde tiene una alta incidencia. Los síntomas (náuseas, vómitos, dolor abdominal) aparecen a las 12 horas de la ingesta de pescado crudo contaminado.

Aprende a prevenirlas

La correcta manipulación y conservación de los alimentos podría evitar el 50% de intoxicaciones.

Cuece bien los alimentos. La "E. coli", la "salmonella" y la "campylobacter" desaparecen con la cocción. Por tanto, hay que procurar no ingerir carnes poco hechas ni pescados crudos. La carne picada tiene más probabilidades de contaminarse, por lo que es mejor que la trituren al momento cuando la adquieres.

Evita las contaminaciones cruzadas. Tras haber entrado en contacto con carnes, pescados o huevos crudos, lava las superficies de la cocina, tablas u otros utensilios que hayas utilizado con estos alimentos.

Evita las contaminaciones cruzadas. Tras haber entrado en contacto con carnes, pescados o huevos crudos, lava las superficies de la cocina, tablas u otros utensilios que hayas utilizado con estos alimentos.

Congela el pescado. El anisakis muere con la cocción y con el frío. Por ello, si se ha de comer pescado crudo, preparar ceviche o carpaccio, se debe congelar previamente unos días.

Descongela correctamente. Deja que los alimentos se descongelen en la nevera, ya que, si lo hacen a temperatura ambiente, pueden desarrollarse más fácilmente microrganismos.

No mezcles los alimentos. En general, y sobre todo en la nevera, separa los alimentos crudos de los cocinados para evitar contaminaciones cruzadas.

Revisa la fecha de caducidad. Rechaza los alimentos caducados, latas golpeadas y tampoco consumas conservas que han pasado tres días abiertas.

6 reglas para reducir riesgos

1. Extrema la higiene. Después de ir al baño, tocar un animal, sonarte o manipular carne cruda, lávate las manos. Hazlo también antes de comer y de cocinar. Límpialas con agua tibia y jabón frotándolas durante 20 segundos.

2. Deja en agua y vinagre frutas y hortalizas. Son alimentos que solemos comer crudos y por ello es importante lavarlos bien, eliminar las hojas más externas y dejarlos unos minutos en agua con unas gotas de vinagre.

3. Utiliza bolsas isotérmicas. Cuando transportes comida extrema las precauciones. Tener un alimento sin refrigerar más de 30 minutos supone un riesgo. Colócalo en bolsas isotérmicas o en neveras portátiles y evita romper la cadena del frío si se trata de alimentos congelados.

4. Revisa la temperatura de la nevera. No sobrecargues el refrigerador y cerciórate de que está siempre a 4,4 grados de temperatura y el congelador a menos 18 grados.

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Especialmente en verano y las olas de calor, echa un vistazo periódicamente a tu nevera para cerciorarte de su correcto funcionamiento.

5. No apures la conservación. No dejes más de dos días la carne picada, el pollo o el pescado en la nevera. Si no los comes, congélalos. Evita tomar alimentos más allá de la fecha recomendada de consumo y respétala también en el caso de los alimentos congelados.

6. Utiliza bien el microondas. Cuando calientes o descongeles alimentos, coloca una tapa para que no salpique o ensucie el horno ya que, a través de éste, se puedan contaminar otros alimentos.

Normas para evitar la salmonelosis

Aunque su incidencia ha disminuido por las medidas impuestas por la Unión Europea, la "salmonella" aún es unas de las principales causas de intoxicación alimentaria.

El huevo es un alimento con el que hay que tener especial cuidado, te contamos cómo evitar la salmonelosis.

El huevo es un alimento con el que hay que tener especial cuidado, te contamos cómo evitar la salmonelosis.

1. Compra huevos con la cáscara limpia. Si los lavas, consúmelos al momento, y no uses la cáscara para separar la yema.

2. Evita las salsas con huevo. Conserva en la nevera los postres que lo incluyan y opta por la mayonesa envasada.

3. Al hacer tortilla, no rompas el huevo sobre el plato y después cuájalo bien.

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