Pronto
  1. Home
  2. Vida Sana
  3. Lesiones y dolencias
  4. Otorrinolaringología

Ataques de vértigo: por qué aparecen

Según la Sociedad de Otorrinolaringología, el 80% de la población ha sufrido o sufrirá esta sensación en la que se siente que todo da vueltas

principal

Conoce las razónes múltiples que caracterizan los ataques de vértigo.

Redacción
María José Peiró

Sección coordinada por la doctora María José Peiró, especialista en Medicina Familiar, con más de 10 años de experiencia tanto en el ámbito público como privado. Máster en nutrición y dietética..

El vértigo es un síntoma que puede estar presente en distintas enfermedades. Se caracteriza por una alteración del equilibrio, en la que la persona siente que todo se mueve y se balancea a su alrededor. Se habla también de alucinación del movimiento.

Los ataques de vértigo se pueden acompañar de náuseas y de unos movimientos repetitivos de los ojos de lado a lado, hacia arriba y hacia abajo o circulares (nistagmo). También pueden aparecer zumbidos en el oído, disminución de la audición, visión doble, dificultades para hablar y debilidad en las extremidades.

Cualquier persona es susceptible de sufrir un ataque de vértigo y, aunque suele asustar y resultar muy incapacitante, en la mayoría de los casos no reviste gravedad. Aun así, siempre es importante consultar porque puede ser signo de enfermedades graves.

Conoce las causas más frecuentes de los ataques de vértigo

El vértigo se relaciona con unos 300 trastornos distintos, con lo que no siempre resulta fácil establecer su origen. Éstos son algunos de los más habituales:

1. Alteración del sistema vestibular

Un 75% de los vértigos están relacionados con una alteración de esta estructura del oído interno que se encarga de transportar la información sobre el equilibrio al cerebro.

Los más frecuentes son los vértigos posicionales, que se caracterizan por unos ataques que se producen de forma repentina e incapacitan a la persona para moverse, ya que cada movimiento aumenta la inestabilidad, los mareos, las náuseas e incluso los vómitos.

Se relacionan con la aparición de unos cristales de carbonato cálcico que se desprenden hasta llegar a los canales semicirculares (una parte del sistema vestibular) y con ello distorsionan la percepción del equilibrio.

En la enfermedad de Menière los vértigos suelen acompañarse de zumbidos en los oídos por un aumento de la presión sobre las membranas del oído interno. A veces mejoran con una dieta baja en sal que evita la acumulación de líquido en esta zona.

2. Fármacos

Algunos medicamentos pueden desencadenar vértigos como efecto secundario.

3. Migrañas

Algunos dolores de cabeza intensos pueden producir al mismo tiempo una sensación de inestabilidad.

4. Infecciones en el oído

Cuando se sufre una otitis a causa de un virus o de una bacteria puede acompañarse de vértigos.

foto 2


Además del historial del paciente, para el diagnóstico suele ser necesaria una exploración otorrinolaringológa.

5. Trastornos neurológicos

Otra causa de los vértigos puede situarse en el cerebro y deberse a traumatismos craneales, tumores o enfermedades como la esclerosis múltiple o un ictus.

6. Ansiedad

La sensación de que todo da vueltas puede ir asociada a los ataques de pánico. Éstos suelen derivarse de una situación de estrés que provoca un exceso de cortisol en el organismo y alteraciones en el nervio vago que pueden disminuir la llegada de sangre al cerebro.

7. Cervicales

Problemas como contracturas, protusiones o hernias en la zona cervical pueden originar vértigos que pueden acompañarse de dolores de cabeza, cuello y hombros.

Técnicas que ayudan en el diagnóstico del vértigo

El médico de cabecera puede necesitar la colaboración del otorrinolaringólogo para determinar la causa, así como realizar diversas pruebas. Una de ellas es la exploración ocular para comprobar si hay nistagmo (movimiento ocular).

Además de tener en cuenta su historia clínica, se puede someter a la persona a una audiometría para evaluar su nivel de audición. Puede ser necesaria la videonistagmografía. Esta prueba se realiza para saber si existe un trastorno en las estructuras del oído interno que se ocupan del equilibrio.

Consiste en grabar con unos lentes especiales los movimientos oculares involuntarios que pueden producirse mientras se siguen unos puntos de luz estáticos y otros móviles.

También se puede poner agua o aire en los oídos para comprobar si se desencadenan estos movimientos oculares. Asimismo, puede estar indicada una resonancia magnética para observar el cerebro, así como también el estado de las cervicales.

La maniobra que cura el vértigo

Existen unas posiciones que se practican para desplazar los cristales del oído que provocan los ataques de vértigo más frecuentes. Una de ellas se conoce como la maniobra de Epley y puede resolverlos en unos minutos.

1. Posición inicial

El paciente se sienta en una camilla con las piernas estiradas de manera que, posteriormente, al tumbarse, la cabeza quede colgando fuera de ésta. Quien realiza la maniobra se pone en el lado del oído afectado, sostiene la cabeza con las manos y la gira 45 grados. Se para hasta que el movimiento de los ojos desaparece.

2. Recostar al paciente

Con la cabeza en esta misma posición, se recuesta rápidamente al paciente hasta que su cabeza cuelga. Conviene esperar 30 segundos hasta que el nistagmo se diluye.

3. Manteniendo a la persona estirada

Se gira de nuevo la cabeza 90 grados ésta vez hacia el lado contrario. Seguidamente se pide al paciente que se acueste de lado hasta que quede mirando al suelo.

4. Incorporación

Se ayudará a la persona a sentarse y posteriormente a levantarse. Es importante que en cada cambio de posición se espere un tiempo para amortiguar la sensación de mareo.

foto 3

Los fisioterapeutas pueden aliviar los vértigos con maniobras específicas y masajes. Pero es importante determinar antes el origen de éstos.

Cómo actuar ante un ataque de vértigo

Suelen ser una de las afecciones que se ven con frecuencia en los centros de atención primaria y su incidencia aumenta a partir de los 65 años.

1. Si es la primera vez

Acude o llama a urgencias para determinar la causa y no te demores sobre todo si el vértigo se acompaña de una alteración en el habla y de parálisis en las extremidades o en el rostro.

foto 4

2. Si conoces la causa

Porque es un episodio que te ha ocurrido en otras ocasiones, siéntate o túmbate para reducir el riesgo de caídas. Procura pedir ayuda.

3. Si necesitas moverte

Para ir al baño o a comer, hazlo muy despacio, quedándote unos minutos sentada antes de levantarte y parándote después de cada movimiento. Agárrate para desplazarte e intenta hacerlo acompañado.

4. Mira un punto fijo o mantén los ojos cerrados

Estas acciones suelen ayudar para mover la cabeza lo menos posible y con ello amortiguar la sensación de mareo. No intentes leer o hacer otras actividades. La oscuridad, el silencio y la reducción de estímulos suelen ser un alivio.

5. Fármacos

El médico te indicará la medicación en función de la causa que ha desencadenado el vértigo. Algunos de los más corrientes son la betahistina y la sulpirida. En el caso de los vértigos por ansiedad o psicógenos el médico puede recetar benzodiacepinas. Si hay vómitos, también puede prescribir algún medicamento para detenerlos.

6. Cuida tu dieta

Es fácil que el vértigo provoque náuseas y vómitos, por eso procura beber agua de manera continuada, come ligero, disminuye el consumo de sal, evita el café, té y refrescos con cafeína, el chocolate y no bebas alcohol.

Loading…