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Maria Montessori, fundadora del método Montessori de educación

No te pierdas la extraordinaria vida de esta gran mujer de la historia

Maria Montessori.

Nereida Domínguez

Fue la primera médica de Italia en 1896, cuando era impensable que las mujeres estudiaran, y mucho menos terminaran, una carrera como medicina. Pero Maria Montessori no ha pasado a la historia por este logro, ni por haber sido nominada tres veces al Premio Nobel de la Paz (1949, 1950 y 1951). Es conocida por haber creado el método Montessori de educación, un sistema de enseñanza que han seguido, entre otros, el novelista Gabriel García Márquez, Jackie Kennedy, el fundador de Amazon, Jeff Bezos, y, en su primer colegio, el príncipe George, hijo de Guillermo de Inglaterra.

Motivación para ser independientes

¿Habría escrito Gabriel García Márquez "Cien años de soledad" si no hubiera sido alumno Montessori? ¿Y Jackie Kennedy? ¿Habría sido la periodista que conquistó a John Fitzgerald Kennedy y enamoró al mundo? No lo sabemos. Lo que sí podemos decir es que Maria Montessori y su método han cambiado la vida de muchos niños.

De hecho, los primeros en beneficiarse de ello fueron alumnos con discapacidades mentales, a quienes enseñó a leer y escribir, demostrando que su problema, más que médico, era pedagógico. Más tarde, en 1906, fundó la Casa de los Niños y se hizo cargo de 70 menores de un barrio obrero de Roma en situación de riesgo social, logrando que aprendieran a leer, a escribir y a pasar cualquier examen al que tuvieran que enfrentar.

La gran novedad de su método era que alentaba a los niños a pensar.

Sus teorías se basaron en la observación de lo que hacían los niños sin la supervisión de los adultos. Y así, descubrió que los niños aprenden de manera natural si se les da libertad, aunque sin dejar de lado los conocimientos intelectuales. Por eso, la finalidad de los maestros es motivarlos y ayudarlos a pensar y a decidir por sí mismos, para que tengan autodisciplina y sean independientes.

Detrás de esta filosofía educativa se escondía un sueño de Maria Montessori, quien vivió con tremendo pesar la Segunda Guerra Mundial y no quería que se volviera a repetir. Ella deseaba que los niños, la esperanza de la humanidad, llegaran a ser adultos con capacidad para enfrentar los problemas de la vida, incluyendo el mayor de todos, la guerra.

Fue su aportación para lograr un mundo mejor.