Así son las 3 impresionantes casas que Alaska y Mario Vaquerizo tienen en Madrid
Un recorrido por la Casa Rosa, la Casa Azul y la Casa Verde: los excéntricos hogares de Alaska y Mario Vaquerizo en el corazón de Madrid
Alaska y Mario Vaquerizo.
Alaska y Mario Vaquerizo son una pareja muy sólida. Desde hace décadas comparten vida, escenario… ¡y múltiples viviendas! El carismático matrimonio vive en pleno centro de Madrid, en un inmueble en la calle Caballero de Gracia, entre Montera y Gran Vía, donde son propietarios de varios pisos.
Dos de estos pisos han sido reformados por completo a su gusto: la Casa Rosa y la Casa Azul. Ambos inmuebles destacan por una decoración extravagante y ecléctica, muy en sintonía con la personalidad de sus propietarios. Además, Alaska y Mario son también dueños de la Casa Verde, un ático que Mario Vaquerizo utiliza como estudio personal y despacho para desarrollar sus proyectos. A ello se suman dos locales comerciales en la planta baja. Por si fuera poco, el cantante ha transformado la antigua portería del edificio en su vestidor privado, y su hermana, Marta Vaquerizo, también reside en el mismo edificio.
Marta Vaquerizo y la madre de Alaska, América en la Casa Rosa.
La Casa Rosa: la vivienda habitual de Alaska y Mario
La llamada Casa Rosa es la residencia principal del matrimonio. Aquí es donde viven su día a día, celebran comidas familiares y guardan sus objetos más personales.
Esta vivienda se ha convertido en todo un icono gracias a su aparición constante en televisión y redes sociales, y no deja a nadie indiferente por su estilo de decoración único.
Comedor principal en la Casa Rosa.
Dormitorio y baños muy personalizados
El dormitorio de la pareja mezcla tonos de azul eléctrico y rojo, con un cabecero barroco como protagonista.
Habitación de matrimonio en la Casa Rosa.
La originalidad continúa en los dos baños: el de Mario tiene figuras de Elvis y una bola de discoteca, mientras que el de Alaska está decorado en un rojo intenso con detalles dorados.
Baño de Alaska en la Casa Rosa.
Baño de Alaska en la Casa Rosa.
Un estilo kitsch que huye del minimalismo
Fieles a su espíritu transgresor, Alaska y Mario han apostado por una estética kitsch llena de color, arte pop y un marcado estilo horror vacui.
Cada rincón está repleto de elementos decorativos: platos, muñecos, dibujos, estatuas, figuras de porcelana y hasta dos leopardos gigantes que hacen juego con la moqueta de estampado animal print.
Detalles de la decoración.
Detalles de la decoración.
Altares y devoción por Lola Flores
Uno de los espacios más llamativos es el altar dedicado a Lola Flores, situado junto al comedor. Aquí, la figura de La Faraona comparte estantería con fotos familiares, estampitas religiosas y recuerdos de épocas pasadas.
En la casa también encontramos múltiples referencias religiosas, como el altar a San Lázaro (del que Alaska es gran devota), y numerosos cuadros espectaculares, como el que preside la mesa del comedor en forma de cruz, así como esculturas y piezas de arte diversas
La Casa Azul: un espacio para amigos y celebraciones
Ubicada en la cuarta planta del mismo edificio, la Casa Azul está pensada para las visitas. Es el lugar donde organizan meriendas, cenas y fiestas con amigos y familiares, siempre en un ambiente tan artístico como acogedor.
La Casa Azul de Alaska y Mario
Un museo privado con alma de bar
El azul es el color predominante en esta vivienda, que también sigue un estilo recargado y lleno de referencias culturales.
La casa cuenta con un gran salón inspirado en un bar de Las Vegas, una amplia biblioteca, un comedor con mesa para doce personas y una cocina completamente equipada.
La Casa Azul se inspira en un bar de Las Vegas.
En la Casa Azul también se encuentra una amplia sala biblioteca.
La Casa Verde: el espacio creativo de Mario Vaquerizo
Además de la Casa Rosa y la Casa Azul, Mario Vaquerizo cuenta con un tercer apartamento en el mismo edificio, situado en la última planta, que utiliza como oficina, estudio y lugar de encuentros personales y profesionales.
La Casa verde de Alaska y Mario.
Conocida como la Casa Verde, esta vivienda actúa como su refugio creativo y espacio de trabajo, y destaca por su decoración kitsch y su fuerte personalidad, aunque con un enfoque algo más homogéneo respecto a las otras dos, siendo el tono verde las paredes el hilo conductor de toda la vivienda.
Mario Vaquerizo en la casa verde.
Un espacio versátil con alma artística
Este ático diáfano prescinde de puertas o separaciones arquitectónicas, lo que genera un ambiente abierto y multifuncional. Aquí, Mario gestiona asuntos relacionados con su carrera artística y su labor como manager, además de recibir visitas y organizar pequeñas reuniones.
La Casa verde de Alaska y Mario.
La Casa verde de Alaska y Mario.
La decoración sigue fiel a su estilo: muebles vintage, tapizados en piel, floreros, vitrinas, estanterías repletas de figuritas y cuadros pop decoran el espacio.
Destacan especialmente varias obras del colectivo Las Costus, como el icónico retrato de Sara Montiel friendo huevos, o cuadros de artistas como Andy Warhol, Fabio McNamara y Margaret Keane.
Retrato de Sara Montiel .
El altar a Andy Warhol, un rincón pop muy personal
Uno de los rincones más especiales del apartamento es el altar dedicado a Andy Warhol, a quien Mario considera “un ser supremo”. Este espacio incluye fotografías del artista, latas Campbell, obras de McNamara y una Polaroid original que Alaska le regaló el día de su boda.
También encontramos un espacio dedicado a la naturaleza, con figuras de porcelana de gatos y perros, cuadros de paisajes y motivos animales, todo ello con un toque hogareño y acogedor, sin perder el carácter pop que define al artista.
Altar a Andy Warhol en la Casa verde de Alaska y Mario.
La Casa verde de Alaska y Mario.
Una azotea tropical en pleno centro de Madrid
La joya del apartamento es, sin duda, su terraza con temática Tiki, decorada con detalles tropicales, plantas exóticas y una pequeña choza de estilo polinesio que convierte el espacio en un rincón paradisíaco en pleno corazón de Madrid. A pesar de su encanto, ni Mario ni Alaska son muy amigos del sol, por lo que este oasis urbano queda reservado para ocasiones especiales-
La Casa verde de Alaska y Mario.
La Casa verde de Alaska y Mario.
Mario Vaquerizo y Alaska quieren comprar todo el edificio y hacer un hotel
A pesar de contar ya con tres pisos en el edificio y dos locales en los bajos, la ambición inmobiliaria de la pareja no termina aquí. Como declaró Mario Vaquerizo en una entrevista, su objetivo es adquirir el edificio completo y convertirlo, junto a los dos locales comerciales que poseen en la planta baja, en un hotel con alma artística. “Cuando tenga 80 años no voy a seguir con las 'Nancys Rubias'. Tengo que pensar en otras cosas”, confesó Mario. “Queremos el edificio y los dos locales de abajo”, añadió.