Felipe y Letizia: los mejores momentos de su viaje a China
El viaje de Estado de Felipe y Letizia a China ha dejado imágenes de ternura, diplomacia y glamour que han dado la vuelta al mundo.
Tres días intensos en los que los Reyes de España estrecharon lazos con el gigante asiático y se ganaron el cariño de todos
Felipe y Letizia han vivido su primer viaje de Estado a China como Reyes con una agenda intensa y muy simbólica, en la que combinaron diplomacia, cultura y momentos llenos de ternura.
Alojados en una exclusiva villa del histórico complejo Diaoyutai, rodeado de lagos y jardines, los monarcas se dejaron ver muy relajados y cercanos mientras cumplían con todos los compromisos oficiales en Pekín, incluida una emotiva ofrenda floral en la plaza de Tiananmén, ante el Monumento a los Héroes del Pueblo.
Encantadora bienvenida entre flores y sonrisas
La bienvenida a China no pudo ser más dulce: un grupo de niños con trajes tradicionales recibió a Felipe y Letizia con flores, canciones y muchas sonrisas. Los Reyes, encantados, respondieron con gestos de cariño y cercanía, dejando unas imágenes muy comentadas en las redes.
Desde ese primer momento quedó claro que la visita no solo iba a ser política, sino también muy emocional, con una conexión especial con el pueblo chino.
Mientras el Rey inauguraba un importante foro económico, en el que incluso se atrevió a pronunciar unas palabras en chino para sorpresa de los asistentes, la Reina cumplía con una agenda cultural muy intensa.
Letizia presidió el acto conmemorativo del 150º aniversario del nacimiento de Antonio Machado, uno de los escritores españoles más leídos y traducidos en China, y disfrutó de una delicada ceremonia del té antes del encuentro, donde se interesó por cada detalle.
Para esta cita cultural, doña Letizia apostó por un vestido de “tweed” fucsia que ya había lucido en Oviedo en octubre de 2024, demostrando que sigue fiel a la moda sostenible y al reciclaje inteligente de su vestidor. El diseño, elegante y vibrante, encajó a la perfección con el escenario y fue muy elogiado por la prensa local, que sigue de cerca cada uno de los “looks” de la Reina de España.
Felipe y Letizia en China
En la jornada siguiente, llegó el esperado encuentro con el presidente Xi Jinping y la primera dama, Peng Liyuan, en el majestuoso Gran Palacio del Pueblo. Para esta ocasión, Letizia eligió un refinado conjunto lavanda de The 2nd Skin Co. que combinó con un abrigo floral de Carolina Herrera, un guiño muy comentado a la tradición y el gusto chino por las flores.
Tras los saludos oficiales, Felipe y el presidente pasaron revista a las tropas mientras un grupo de niños saltaba entusiasmado gritando “Huānyíng, huānyíng!” (¡Bienvenidos!), provocando la sonrisa cómplice del Rey.
La Reina, por su parte, acompañó a la primera dama en la visita al Centro Demostrativo de Servicios para personas con discapacidad, donde fue recibida con gran cariño. Allí, Letizia conoció innovadoras tecnologías, como prótesis biónicas y sillas de ruedas controladas por el cerebro, y compartió momentos muy especiales con niños y jóvenes que utilizan el arte como terapia. Sus gestos de ternura volvieron a mostrar su faceta más humana y cercana.
Una agenda cultural con sabor muy español
La noche ofreció uno de los platos fuertes del viaje de Estado: una gran cena de gala en la que no faltó el típico pato laqueado y otros sabores emblemáticos de la gastronomía china.
Como broche de oro, Felipe y Letizia fueron los invitados de honor en el debut en China de la Orquesta Titular del Teatro Real de Madrid, que interpretó obras de Falla y Vives ante un público entregado, fusionando la excelencia cultural española con el impresionante escenario del Centro Nacional de Artes Escénicas de Pekín.
En su última jornada, el Rey continuó con su agenda empresarial mientras la Reina se dirigía a la Universidad de Estudios Extranjeros de Pekín, donde fue recibida como una auténtica estrella. Entre aplausos y móviles en alto, Letizia habló de la fuerza del español como puente entre pueblos y dejó un cariñoso mensaje en el libro de honor.
El viaje culminó con un encuentro con la comunidad española en Pekín y la sensación de que esta visita a China ha proyectado una imagen cercana, culta y muy moderna de la monarquía, confirmando que la “Letimanía” no entiende de fronteras.
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