Felipe VI: así es el menú de 66 euros del que ha disfrutado en Burgos
Durante su estancia en Burgos, el Rey Felipe VI visitó el restaurante Casa Azofra, donde probó productos típicos como la morcilla, el chorizo y el lechazo asado
Felipe VI en una imagen de archivo. EFE
El Rey Felipe VI comenzó la semana con varios compromisos institucionales en Burgos, en los días previos a la celebración de los Premios Princesa de Asturias. El lunes 20 de octubre, el monarca inauguró el XXVIII Congreso Nacional de la Empresa Familiar en el Palacio de Congresos y Auditorio de la ciudad y, posteriormente, visitó la sede central del Grupo Antolin con motivo de su 75.º aniversario.
El Rey Felipe VI hace una parada gastronómica en mitad de la agenda oficial
Entre ambos actos, el jefe del Estado hizo una parada para almorzar en el restaurante Casa Azofra, uno de los establecimientos más emblemáticos de la capital burgalesa, donde degustó un menú cerrado de 66 euros centrado en los sabores tradicionales de la cocina castellana.
Un menú centrado en productos locales y tradición local
El almuerzo incluyó algunos de los platos más representativos de la gastronomía burgalesa. Como entrantes, el Rey disfrutó de una ensalada de anchoas y pimientos, además de un pincho de morcilla y chorizo, dos productos típicos de la zona.
El plato principal fue lechazo asado, la especialidad de la casa, servido en su versión de paletilla, la parte que el monarca prefiere según han reportado fuentes del restaurante. Para finalizar, el postre consistió en una tarta de hojaldre casera, acompañada de vino de la región.
Tras el almuerzo, Felipe VI descansó brevemente en una de las estancias del propio establecimiento, que también dispone de hotel, antes de continuar con su agenda de la tarde entre muestras de cariño de los vecinos.
Casa Azofra: un referente en la cocina burgalesa
Situado en la calle Don Juan de Austria, el asador Casa Azofra es un punto de referencia para los amantes de la cocina tradicional castellana. Con capacidad para más de 400 comensales repartidos entre tres salones, el restaurante se ha consolidado como uno de los más reconocidos de Burgos por la calidad de su producto y la fidelidad a las recetas locales.
El lechazo, asado en horno de leña y servido con su característica piel crujiente, es su plato estrella, junto con otros clásicos como las sopas castellanas o los postres de hojaldre.